Siete curiosidades sobre la ballena azul, el animal más grande del mundo

Estos enormes cetáceos alcanzan los 30 metros de largo y pesan hasta 170 toneladas. He aquí algunas curiosidades sobre estos colosos del océano.

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Sergi Alcalde National Geographic
Sergi Alcalde

Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

No hay animal en el mundo más grande que la ballena azul (Balaenoptera musculus). Estos enormes mamíferos pueden alcanzar los 30 metros de largo, y pueden pesar hasta unas 170 toneladas, aproximadamente un buque de pasajeros pequeño. Pero estas enormes criaturas no solo son famosas por su enorme tamaño. He aquí algunas otras curiosidades sobre ellas: 

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Dependen de la disponibilidad de krill para sobrevivir

Cada ballena puede consumir hasta cuatro toneladas de krill al día, lo que equivale a más de 40 millones de unidades de estos pequeños crustáceos. Una de las curiosidades que más llama la atención es su forma de alimentarse: absorben grandes cantidades de agua y filtran todo ese alimento a través de sus barbas, unas finas láminas parecidas a bigotes que cuelgan de sus mandíbulas superiores y que les sirven para atrapar el alimento. En ocasiones, las ballenas azules nadan a toda velocidad con la boca abierta, tragando grandes cantidades de krill de un solo bocado, un método de alimentación muy eficiente que les permite tragar gran cantidad de alimento en muy poco tiempo. 

Puede alcanzar los 50 kilómetros por hora

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Puede sumergirse a grandes profundidades y alcanza los 50 kilómetros por hora

Con un peso y una longitud tan grandes, es lógico pensar que las ballenas azules lo tienen difícil a la hora de apretar el acelerador. Sin embargo, en momentos de necesidad pueden alcanzar hasta 50 kilómetros por hora, una velocidad nada desdeñable para estos colosos de los océanos. Sin embargo, a pesar de su gran tamaño, las ballenas azules son animales muy ágiles y pueden realizar maniobras sorprendentes en el agua. Son capaces de sumergirse hasta 500 metros de profundidad y permanecer bajo el agua casi media hora.

Se comunican mediante sonidos de baja frecuencia que pueden viajar cientos de kilómetros en el agua

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Se comunican mediante sonidos de baja frecuencia que pueden viajar cientos de kilómetros

Las ballenas azules se comunican a través de un complejo sistema de sonidos que pueden atravesar cientos de kilómetros de agua. La frecuencia oscila entre los 10 HZ (para hacernos una idea, el ser humano es incapaz de percibir frecuencias inferiores a los 20 Hz), en llamadas de entre 10 y 30 segundos de duración. La comunidad científica piensa que posiblemente se trate de llamadas de cortejo, alimentación, alarma, pero también información sobre su organización social (llamadas entre machos y hembras), e incluso sobre localización de posibles presas.

Están amenazadas

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Están amenazadas

A pesar de su protección internacional, las ballenas azules siguen siendo una especie amenazada, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN). La caza de estos cetáceos, prohibida desde la década de 1960, redujo significativamente las poblaciones en todo el mundo. Actualmente, aunque se han recuperado en algunas áreas, todavía se enfrentan muchos peligros, como son la colisión de barcos, el cambio climático o la contaminación de los océanos. Por ejemplo, la exposición a las aguas contaminadas provoca que algunos ejemplares acumulen altas dosis de toxinas en sus tejidos, un veneno invisible que puede alterar su sistema inmunológico y hacerlas más propensas a contraer enfermedades. Además, el aumento de la temperatura del agua puede afectar a la disponibilidad de alimento y afectar a sus ciclos reproductivos. 

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Están protegidas internacionalmente

Afortunadamente, hoy en día se están llevando a cabo esfuerzos significativos para proteger y conservar a las ballenas azules. Estos animales están protegidos por el Convenio Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas, y la mayoría de los países tienen leyes destinadas a su preservación. La investigación y el monitoreo continuos son esenciales para comprender mejor las amenazas a las que se enfrentan estos grandes mamíferos, así como para desarrollar estrategias efectivas para su conservación.

Es capaz de sumergirse a grandes profundidades

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Es capaz de sumergirse a grandes profundidades

La impresionante capacidad pulmonar de la ballena azul permite a estos colosos del océano sumergirse a grandes profundidades para buscar alimento. Por ejemplo, son capaces de descender hasta 500 metros y permanecer bajo el agua hasta 20 minutos, algo que consiguen gracias a sus adaptaciones especiales que tienen en sus pulmones. Por  ejemplo, un tipo de hemoglobina con una alta afinidad al oxígeno, lo que les permite maximizar el oxígeno en cada inmersión. Además, tienen grandes cantidades de mioglobinas, una proteína presente en los músculos que les permite almacenar oxígeno y usarlo en su actividad metabólica. Estas adaptaciones les permiten adaptarse a la profundidad del océano y consumir grandes cantidades de alimento. 

Son muy longevas

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Son muy longevas

Aunque la esperanza de vida de las ballenas azules es muy difícil de estudiar en el medio natural, se sabe que algunos ejemplares pueden superar los 80 años de vida. Para estimar estos datos suelen emplearse una gran variedad de métodos, como puede ser el análisis del crecimiento de los huesos y la dentina, o la acumulación de marcas en la piel. Sin embargo, hay que recordar que la esperanza de vida depende de muchos factores, como la alimentación, el acceso a las áreas de reproducción, el estado de salud de cada ejemplar y la exposición a agentes contaminantes. A medida que aumenten los estudios científicos sobre estas criaturas majestuosas, tendremos más datos sobre su longevidad y otros aspectos de su vida diaria.