Como tantos otros miembros del infraorden de los anquilosaurios, Zuul crurivastator fue un dinosaurio excepcional. Los anquilosaurios fueron grandes dinosaurios herbívoros que pudiendo alcanzar tamaños de entre 6 y 9 metros, se caracterizaban por estar cubiertos por una sólida armadura de placas óseas, a veces festoneadas por espinas o púas; y poseer una poderosa cola que con dos huesos en el extremo de la misma cumplía la función de una maza temible.

Es decir, Zuul crurivastator tenía todo lo que un gladiador podía necesitar, por eso no es de extrañar que su vida se convirtiera en una especie de arena en la que estos animales se vieron inmersos en constantes peleas con los de su misma especie. Esta es al menos una de las principales conclusiones alcanzadas por un estudio que bajo el título Palaeopathological evidence for intraspecific combat in ankylosaurid dinosaurs se publica recientemente en la revista Biology Letters. 

 

 

Para llegar a esta conclusión, el equipo dirigido por la paleontóloga Victoria Arbour, examinó los restos fósiles de un espécimen de Zuul de 76 millones de años cuyo cuerpo había conservado la mayor parte de la piel y la armadura ósea en toda la espalda y los flancos, lo que brindó a los científicos una valiosa información sobre como este anquilosaurio pudo haber lucido en vida. 

Desde hace mucho tiempo se había pensado que las cualidades de estos dinosaurios acorazados respondían en gran parte a repeler los ataques de otros depredadores. De hecho, su nombre, Zuul crurivastator, que puede traducirse como "Zuul, el destructor de espinillas", es un guiño a la idea de que usaban los garrotes sus colas para fulminar las piernas de los dinosaurios bípedos como el T-rex.

En este caso, los científicos se dieron cuenta de que varias de las placas óseas de las caderas a ambos lados del cuerpo de Zuul estaban desprovistas de sus protuberancias o que estas habían vuelto a crecer en una forma más roma, lo que indica que se rompieron y volvieron a curar mientras el dinosaurio estaba vivo. 

Cráneo y mandíbula de Zuul crurivastator
Foto: Royal Ontario Museum

Según los autores, este patrón de lesiones estaría relacionado con combates ritualizados entre miembros de la misma especie, y por su ubicación, resulta altamente improbable que fueran causados por otros depredadores como un tiranosaurio. "Durante años me interesó cómo los anquilosaurios usaban sus garrotes de cola y esta es una nueva pieza realmente emocionante del rompecabezas", explica Arbour. “Sabemos que los anquilosaurios podían usar sus garrotes de cola para dar golpes muy fuertes a un oponente, pero la mayoría de la gente piensa que los empleaban para luchar contra los depredadores", añade.   "En cambio, parece que los anquilosaurios como Zuul  podrían haber estado peleando entre sí de manera habitual”.

La nueva investigación no refuta la idea de que los garrotes de cola podrían usarse en defensa propia contra los depredadores, pero parece indicar que tanto la armadura como las mazas de estas criaturas también habrían funcionado para el combate entre miembros de la propia especie, un factor que probablemente fue decisivo en su evolución.