El clima, ese tema de conversación que nunca falta en los encuentros casuales, ha estado tomando un giro un tanto dramático en los últimos tiempos, sobre todo en territorios como España, donde los fenómenos climáticos parecen haberse vuelto un poco más extremos e imprevisibles.
Uno de los protagonistas en este teatro meteorológico es la DANA, un fenómeno cada vez más recurrente que despierta interrogantes sobre su naturaleza y sus implicaciones en el cambio climático. Pero antes de sumergirnos en sus secretos, démonos un momento para comprender qué es exactamente una DANA.
En el corazón de una DANA
DANA significa "Depresión Aislada en Niveles Altos". Es un fenómeno que se caracteriza por una masa de aire frío que queda aislada y circula en altitudes muy elevadas, lejos de la influencia de la circulación general de la atmósfera.
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Estos sistemas pueden perdurar así varios días, tomando trayectorias erráticas y a veces retrógradas. Durante este periodo se puede reflejar verticalmente, provocando un descenso en las temperaturas en capas medias y bajas.
Su encuentro con aires más cálidos en zona del Mediterráneo, especialmente durante finales del verano y otoño, puede generar un ambiente inestable con lluvias torrenciales y eventos climáticos extremos.
Este fenómeno ha reemplazado al término más tradicional "gota fría", una denominación que había perdido su significado técnico original, asociándose con cualquier tipo de precipitación abundante. La adopción del término DANA también rinde homenaje al meteorólogo Francisco García Dana, cuya contribución a la meteorología sigue siendo recordada hoy.
La Formación de una DANA
La génesis de una DANA comienza en los niveles más altos de la atmósfera, donde intensas corrientes zonales, conocidas como corrientes en chorro o "jet stream", fluyen a gran velocidad. Estas corrientes pueden presentar grandes ondulaciones, lo que a veces lleva a la formación de embolsamientos de aire frío aislados del flujo general, dando origen a una DANA.
La DANA difiere de otros fenómenos como las borrascas polares y las Borrascas Frías Aisladas (BFA) en la manera en que se aíslan y en cómo se reflejan en las cartas meteorológicas. Mientras que una DANA se detecta solo en altitudes elevadas, una BFA también muestra su presencia en la superficie.
¿Por Qué Las DANA Pueden Ser Peligrosas?
Aunque no todas las DANA resultan en fenómenos extremos, su potencial para crear desastres es innegable, especialmente cuando interactúan con temperaturas cálidas en la superficie terrestre y marítima. La combinación de un Mediterráneo caliente después del verano y una DANA puede crear condiciones propicias para lluvias torrenciales y desastrosas inundaciones.
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Históricamente, las DANA han sido responsables de severos eventos de lluvias, como el ocurrido en 1973 que afectó a provincias como Almería, Granada y Murcia, dejando tras de sí pérdidas humanas y devastación.
¿Por qué estamos viendo más DANA?
La creciente frecuencia de las DANA y la intensificación de las lluvias asociadas con ellas están estrechamente ligadas al cambio climático. El calentamiento del Mediterráneo está facilitando las condiciones perfectas para las lluvias torrenciales, ya que proporciona más energía y humedad para estos eventos.
Estudios recientes apuntan a un aumento de la precipitación durante los días de lluvias intensas, un patrón que se espera que continúe en el futuro.
Las implicaciones de este fenómeno en relación con el cambio climático son claras: estamos viendo una transformación del patrón climático tradicional, donde las lluvias intensas son menos frecuentes pero más severas. Aunque las DANA pueden ocurrir en cualquier momento del año, su tendencia a encontrarse con un Mediterráneo más caliente en los meses posteriores al verano las convierte en una fuerza a tener en cuenta, trayendo consigo un ciclo de fenómenos meteorológicos adversos cada vez más intensos.
UN MUNDO CAMBIANTE
En un mundo que está experimentando cambios climáticos significativos, entender fenómenos como la DANA es vital. España, un país no tropical que ahora oscila entre el calor abrasador y los diluvios repentinos, se encuentra en una posición única para estudiar, comprender y, con suerte, mitigar los efectos de estas oscilaciones meteorológicas extremas.
Las DANA, con su ciclo de vida independiente y su capacidad para traer caos meteorológico, son una señal clara de los peligros de un clima en cambio. A medida que nos adaptamos a esta nueva realidad, es imperativo que sigamos vigilando estos fenómenos, aprendiendo más sobre ellos y tomando medidas para protegernos de sus efectos potencialmente devastadores.
LA PRÓXIMA DANA EN ESPAÑA
Tras unas semanas de gran inestabilidad climática materializada en fenómenos como las inundaciones en Madrid o la impresionante granizada en Albacete, la AEMET ya ha previsto la llegada de la próxima DANA en España.
Esta semana las temperaturas volverán a descender a partir del martes 19 a causa de una DANA que llegará por el sur de la península y que avanzará hacia el Mediterráneo. La predicción incluye cielos nublados y chubascos que se intensificarían en el sureste y la zona de levante. En la franja del Mediterráneo, estas podrían ir acompañadas de granizo.