Un equipo de investigadores liderado por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich -ETHZ- publicó hace unos años el primer análisis global sobre cómo variarán las condiciones climáticas de algunas ciudades debido al cambio climático. Los resultados recogidos en el artículo titulado Understanding climate change from a global analysis of city analogues, se publicaron en la revista PLOS ONEy analizaba más de 520 urbes de todo el mundo. El estudio se enfocó en demostrar hasta qué punto es probable que las ciudades más icónicas de todo el mundo cambien en respuesta al cambio climático, tratando de averiguar si para el año 2050 sus condiciones climáticas se parecerían más a las actuales, o bien por el contrario, se asemejarán más a la de otras ciudades situadas en otras regiones bioclimáticas diferentes.

"Incluso en un escenario climático optimista encontramos que en un futuro próximo, el 77% de las ciudades probablemente contarán con un clima más cercano al de otra ciudad existente que a su propio clima actual. Además, el 22% de las ciudades experimentará condiciones climáticas que actualmente no se dan las principales ciudades existentes" apuntaba Tom Crowther investigador en el ETHZ y autor principal del artículo.

Hacia una homogeneización tropical

Como tendencia general, los investigadores comprobaron que todas las ciudades tienden a desplazarse climáticamente hacia los subtrópicos, es decir, las ciudades del hemisferio Norte están cambiando a condiciones más cálidas, más parecidas en promedio a las de ciudades situadas unos 1.000 kilómetros al sur, y lo están haciendo a una velocidad de unos 20 kilómetros por año. Por el contrario, las ciudades de los trópicos están cambiando hacia condiciones más secas.

 

Todas las ciudades tienden a desplazarse climáticamente hacia los subtrópicos

"Predecimos que el clima de Madrid en 2050 se asemejará al clima de Marrakech hoy, Estocolmo se parecerá a Budapest, Londres a Barcelona, ​​Moscú a Sofía, Seattle a San Francisco" explica Crowther. "Esta evaluación global puede facilitar la comprensión del cambio climático a nivel global, pero también ayudar a administradores y planificadores de las ciudades a visualizar el futuro del clima de sus respectivas urbes, lo que puede facilitar la toma de decisiones efectiva en respuesta al cambio climático en curso" concluye.