¿Sabes en qué contenedor tirar las cápsulas usadas de café? ¿Y la madera, los tapones de corcho o el papel film? Y es que, aunque el reciclaje esté normalizado en el día a día de las personas, siguen existiendo ciertas incógnitas en torno al proceso que implica o, incluso, a cómo actuar de forma correcta ante ciertos productos.
Por esta razón, para mantener el reciclaje presente y seguir, año tras año, educando de forma verde y sostenible, cada 17 de mayo se celebra a nivel mundial el Día del Reciclaje. Para fomentar la sostenibilidad en un día como este, con la suscripción a la revista National Geographic te llevarás de REGALO una tote bag de algodón 100% que podrás usar para sustituir las bolsas de plástico. Además, también recibirás GRATIS un pack especial de lectura para conocer el mundo y saber cómo protegerlo. ¡Consíguelos ahora y cuida del planeta con National Geographic!
Esta fecha tiene también el objetivo de sensibilizar a la población de la importancia de separar adecuadamente los residuos, darles una buena vida y tener unas conductas de consumo responsable. Es decir, las famosas “tres erres”: reducir, reutilizar y reciclar.
LOS 6 TIPOS DE CONTENEDORES
Uno de primeros errores suele encontrarse a la hora de definir cuáles son los contenedores que se encuentran a disposición de los ciudadanos y, sobre todo, qué tipo de elementos son los que aceptan cada uno de ellos. Los más comunes e identificables suelen ser el amarillo, el azul y el verde. Sin embargo, es más cotidiano que surjan errores a la hora de saber qué depositar en los de color marrón, gris o los conocidos como “especiales”.
Así, en el contenedor amarillo se deben depositar todos los envases, sean estos de plástico o metal, pero solo envases, por lo que productos de plástico que no se identifican con esa descripción no será correcto desecharlos ahí. En el contenedor azul se deposita papel y cartón, siendo importante prestar atención a separar los residuos mixtos, es decir, no porque un cuaderno sea de papel y cartón debemos tirarlo aquí incluyendo sus anillas metálicas. Finalmente, en el contenedor verde, conocido también como iglú, puedes deshacerte del vidrio, siempre sin tapones y lo más limpios posibles.

Por su parte, el contenedor marrón, más presente en los núcleos urbanos grandes, está destinado al desecho de los productos orgánicos, de origen animal y vegetal. Pero toma en cuenta que, aunque normalmente sí es marrón o de tonos oscuros, en algunos sitios se le asigna el color naranja o, incluso, verde. El contenedor que adopta el color gris se podría apodar como “el contenedor comodín”, pues es el que recibe los desechos que no tienen asignado otro contenedor, es decir, aquellos residuos biodegradables que no tienen un contenedor de recogida específico.
Existe un último tipo de contenedores conocidos como “especiales”
que son muy concretos para un cierto tipo de productos que, en la mayoría de los casos, pueden llegar a ser muy contaminantes e incluso tóxicos si se mezclan con el resto de residuos. Algunos ejemplos pueden ser los contenedores de pilas, los de aceite o los de medicamentos.
¿EN QUE CONTENEDOR VAN…?
Sin embargo, a pesar de tener una clara descripción de los productos aceptables por cada uno de los contenedores, siguen existiendo dudas en torno a algunos residuos, pues generan una incertidumbre que puede derivar en su mal reciclaje. Por esa razón, recogemos a continuación una lista de aquellos que despiertan mayores dudas con el objetivo de solventarlas y hacer este proceso algo más sencillo.