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El 30 de abril de 1945, Adolf Hitler se suicidaba en Berlín de un disparo en la sien mientras se derrumbaba el Tercer Reich. Un mes antes, entre el 20 y el 23 de marzo, la Division z.V. (Division zur Vergeltung), una fuerza militar alemana formada por soldados de la Wehrmacht y de las Waffen-SS, cometió uno de los mayores crímenes de la fase final de la guerra en Alemania y fuera de los campos de concentración y de las cárceles: los comandos de ejecución asesinaron a un total de 208 trabajadores forzados polacos y rusos en tres lugares del bosque de Arnsberg, en Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania. Tras varios años de investigación, los arqueólogos de la corporación pública Landschaftsverband Westfalen-Lippe (LWL) realizaron excavaciones en las tres escenas del crimen, en 2018 y a comienzos de 2019, según informa la LWL en un comunicado reciente. Los resultados fueron presentados el 8 de marzo en Warstein: más de 400 hallazgos que permiten reconstruir las últimas horas de vida de las víctimas y los mismos instantes en que se perpetraron los crímenes.
Los eventos fueron muy diferentes en los tres lugares del bosque de Arnsberg: en Warstein, en Eversberg y en Suttrop. La mayoría de los hallazgos procede del primer lugar, el Langenbachtal cerca de Warstein, donde murieron 71 personas (60 mujeres, diez hombres y un niño). Los trabajadores forzados tuvieron que desprenderse de su ropa y pertenencias, fueron conducidos al bosque y fusilados. "Algunos proyectiles estaban dispersos por el bosque circundante, por lo que aparentemente algunos trabajadores intentaron escapar y fueron perseguidos", destaca el comunicado. Los asesinos intentaron borrar las huellas de la masacre, pero dejaron las palas con las que enterraron los cadáveres y las pertenencias de los trabajadores, unos objetos que han sido hallados por los arqueólogos más de 70 años después. En Eversberg lanzaron granadas para crear un foso, en cuyo interior dispararon a 80 individuos. Y en Suttrop los trabajadores se vieron obligados a cavar una zanja, supuestamente en zigzag, en la que los asesinos enterraron 57 cuerpos.
Los trabajadores forzados fueron conducidos al bosque y, a continuación, fueron fusilados
En noviembre de 1946, la autoridad militar inglesa recibió un aviso anónimo sobre los crímenes perpetrados en Eversberg, los cadáveres fueron exhumados bajo la supervisión de los Aliados a finales de marzo de 1947 y enterrados en el cementerio forestal Fulmecke, en Meschede. Los asesinatos cometidos en Warstein y en Suttrop llegaron a oídos de las tropas estadounidenses y un comandante de este país ordenó a ex miembros nazis de ambos lugares que exhumaran los cuerpos, que fueron enterrados nuevamente cerca de esos sitios. "Los estadounidenses fotografiaron y filmaron todo el proceso para documentar los crímenes para la posteridad", señala el comunicado. "Desde hace varios años estamos siendo testigos de la banalización y del aumento de la negación de los crímenes de la Segunda Guerra Mundial y de la dictadura nazi. Estos asesinatos son un ejemplo para combatir esta parte de nuestra historia", afirma Matthias Löb, el director de la LWL.