Se dice que un jardín musulmán es un palacio sin techo. Hechizada por el arte islámico, la multimillonaria Doris Duke se construyó en Honolulu su mansión, a la que llamó Shangri-La. El patio central, con azulejos persas antiguos, separa los espacios público y privado.
Con autorización de la Fundación Doris Duke para el Arte Islámico.
Publicado en marzo de 2013