Un niño de 5 años de edad sostiene sobre sus manos una naranja para alimentar a algunas mariposas en el Museo de Historia Natural de Londres.

Se tratan las de la imagen de dos mariposas del genero Caligo, unos insectos de la familia de los lepidópteros más conocidos comúnmente como mariposas búho, entre los que se incluyen más de 20 especies procedentes de las selvas de América Central y Sudamérica.

La palabra que da nombre a su género, Caligo, procede del latín y hace referencia a los términos humo niebla u oscuridad. Posiblemente fueran nombradas a si por los periodos de mayor actividad de estas mariposas, de hábitos generalmente nocturnos.

Si bien se cree que estos insectos deben su extraño patrón de coloración en el que destacan dos ocelos alares a una función de camuflaje

, el modo en que este funciona es motivo de discusión para los científicos desde el siglo XIX. Así, una de las teorías sugiere que ambos ocelos se asemejan a los ojos de algunos depredadores que cazan basándose principalmente en su visión. Otras teorías defienden que los las manchas circulares de sus alas tienen la misión de desviar el ataque de los pájaros, sus principales depredadores, hacia las partes menos vulnerables de su cuerpo.