Jökulsárlón, Islandia, 2009
Destinado a derretirse, este pedazo de hielo de 360 kilos brilla bajo la luz de la luna en una gélida playa islandesa. Ha ido a parar a una laguna formada por un glaciar en retroceso. Balog denomina estos fragmentos «diamantes de hielo», un compendio de belleza y tragedia.
Publicado en noviembre 2013