Brilla como una aurora. Se produce en el cielo, como una aurora. Y resulta un fenómeno tan sobrecogedor como una aurora. Sin embargo, pese a sus similitudes, no se trata de una aurora al uso, si no de un fenómeno atmosférico conocido como STEVE.
STEVE es el acrónimo de Strong Thermal Emission Velocity Enhancement, en español, "Mejora Fuerte de la Velocidad de Emisión Térmica", un fenómeno que tiene lugar en la atmósfera terrestre y que toma el aspecto de una banda de luz de color púrpura o rosa en el cielo nocturno.
Puede observarse a menudo cerca de las auroras boreales, resultando un espectáculo fascinante para quienes lo contemplan. Sin embargo existen algunas diferencias entre ambos fenómenos. Así, las auroras son generadas por partículas solares que interactúan con la magnetosfera de la Tierra, y se producen en los polos magnéticos del planeta. A diferencia de las auroras, que suelen ser verdes y rojas, STEVE suele presentar una estructura lineal y un color púrpura distintivo, y se cree que su origen puede estar relacionado con la actividad geomagnética de la Tierra, aunque aún no se comprende completamente cómo se forma.