Hippocampus bargibanti fue el primer caballito de mar pigmeo descrito en el mundo. Se le descubrió por casualidad en un trozo de coral (Muricella sp) que Georges Bargibant había recogido para el Acuario de Nouméa en Nueva Caledonia en 1969. Es decir, solo hace 54 años que conocemos la existencia de esta especie. ¿Por qué tardamos tanto?

Porque estos peces son expertos del mimetismo: con un tamaño inferior a los 27 milímetros, enrollan las colas con los corales e imitan sus colores, lo cual dificulta mucho dar con ellos. Para hacerlo, cuentan con unas protuberancias similares a las del propio coral que, habitualmente, son de color rosa o de color naranja.