Esta avispa solo está haciendo lo mejor para sus hijos. Les está proporcionando un lugar seguro para crecer y comida para el proceso: su propio cuerpo. Eso significa que la propia avispa debe morir, pero un parasitoide tiene que hacer lo correcto por su descendencia.

Las avispas parasitoides son una agrupación de superfamilias aún muy desconocidas pertenecientes al orden de los himenópteros. Se enmarcan en el suborden de los apócritos, una de las formas más avanzadas de los himenópteros en el que se incluyen hormigas, abejas y avispas. De hecho, se calcula que apenas el 10% de este grupo de avispas parasíticas poseen un nombre científico. 

Los apócritos se caracterizan por la presencia de una estrecha cintura que separa los dos primeros segmentos del abdomen, el primero de los cuales está fusionado al tórax. En el caso de las avispas parasíticas, el ovopositor se encuentra adaptado para la perforación, ya que su estrategia de reproducción consiste en realizar la puesta de sus huevos dentro o encima de otros insectos, donde crecen y devoran a su hospedador. Sin embargo, no todas ellas, como es este caso en el que esta madre ofrece su propio cuerpo a su descendencia, encuentran a la víctima correcta. 

Fotografía finalista en la categoría Animals in Nature del certamen Australian Geographic Nature Photographer of the Year 2022