Asesinadas y luego enterradas juntas en una tumba adornada con cornamentas, estas dos mujeres de un cementerio mesolítico de la isla Téviec, en Bretaña, Francia, son el testimonio de una era violenta. La pérdida de territorio debido a la subida del nivel del mar pudo provocar conflictos entre poblaciones vecinas.
Publicado en agosto 2013