Aunque los más famosos son los terrestres, existen muchísimas más especies en mares, ríos y lagos que sobre tierra firme. Los caracoles son moluscos que son capaces de vivir en ambientes muy diversos: desde el fondo del mar hasta los desiertos más áridos del planeta. Estos gasterópodos son realmente fascinantes, tanto por su extraña manera de desplazarse con pequeñas contracciones, como por su curiosa forma, su reproducción, sus estrategias de supervivencia, etcétera.
Parecen extremadamente vulnerables por su lentitud de movimientos, pero han conseguido adaptarse de manera magistral a distintos hábitats. Por ejemplo, para no perder humedad mientras hiberna, sellan la entrada de su concha con una capa seca de mucosidad.