Las parejas que se establecen entre las grullas de Manchuria -Grus japonensis- son fieles entre sí durante todo el año. Incluso durante los meses de invierno adoptan un comportamiento diseñado para fortalecer el vínculo: rituales en los que cantan a dos voces y realizan un baile elaborado, lo que es muy apreciado por los fotógrafos que peregrinan para verlos en Japón. Para capturar el estado de ánimo y transmitir el sentido de la ocasión, corrí al punto donde se encontraban estas aves al amanecer. En mi octavo intento, finalmente hice justicia fotográfica a los pájaros que cantaban con su aliento vaporizado por el aire frío."
Fotografía finalista de la competición Bird Photographer of the Year 2021