Las llamas se levantan mientras que la madera incandescente de las hogueras cruje en el dramático festival de la localidad abulense de San Bartolomé de Pinares.
Los jinetes instan a sus monturas hacia los fuegos de leña, encendidos en la calle adoquinada, en un ritual del cual dicen que el humo que los envuelve purifica y protege a los caballos durante el año siguiente. Bajan por las calles empedradas y oscuras, pasando por casas de piedra, antes de enfrentarse a las crepitantes llamas frente a una multitud de personas que los aclaman y jalean.
Se cree que el festival de Las Luminarias -nombre que reciben las hogueras- tiene siglos de antigüedad. Algunos sostienen incluso que está relacionado con antiguas tradiciones católicas de lucha contra la enfermedad a través de la purificación del humo. Se lleva a cabo cada 16 de enero, en la víspera de la conmemoración anual de San Antonio Abad, el santo patrón de los animales.