La vida de Annette Kellerman estuvo marcada por su amor por el agua desde temprana edad. A pesar de sufrir de polio en su niñez, la natación se convirtió para ella en una forma de terapia y superación. De hecho, para hacer frente la la discapacidad en sus piernas producidas por la enfermedad, sus padres la inscribieron en clases de natación y pronto, su destreza y pasión la llevaron a convertirse en una figura destacada de la disciplina. A la edad de 13 años, sus piernas eran ya prácticamente normales y hacia los 15 ya sabía nadar en todos los estilos y ganó su primera carrera
Sin embargo, Kellerman no solo dejó su huella como nadadora, si no que además de ser una de las primeras actrices acuáticas del mundo, también desencadenó una revolución en la moda de verano con su atrevido e innovador traje de baño.
En una época en que las mujeres estaban sometidas a estrictos códigos de vestimenta en la playa, Annette Kellerman desafió las normas sociales al diseñar su propio traje de baño. Kellermann era famosa por abogar por el derecho de la mujer a usar traje de baño de una sola pieza, lo cual era controvertido en ese momento. Este traje de una pieza que se aprecia en la imagen cubría el cuerpo desde los tobillos hasta los hombros, sin embargo, marcó un hito en la moda de playa y se convirtió en el precursor de los modernos trajes de baño. Su diseño revolucionario no solo permitía una mayor libertad de movimiento en el agua, sino que también desafiaba las nociones convencionales de modestia y feminidad.

El impacto del traje de baño de Annette Kellerman se extendió mucho más allá de las playas. Su valentía y estilo único la convirtieron en un ícono de la moda y las mujeres de todo el mundo comenzaron a adoptar su diseño, inspiradas por su audacia y determinación para desafiar las expectativas de la sociedad.