Una mujer camina a lo largo de un puente peatonal en medio de una tormenta de arena durante la hora punta de la mañana en el distrito comercial central de Pekín. La colosal tormenta de arena, la cual casi impide la visión de los edificios más altos de la ciudad trajo una neblina que tiño los cielos de la ciudad de un color anaranjado y disminuyo notablemente los índices de la calidad del aire.