El lago de Maracaibo, con una superficie de más de 13.000 km², es uno de los más antiguos de la Tierra. En esta imagen obtenida por el Copernicus Sentinel-2 las aguas del lago aparecen convertidas en un remolino color esmeralda en lo que la Agencia Espacial Europea (ESA) ha definido como una escena hermosa, pero peligrosa.
La cuenca de Maracaibo es una de las principales áreas productoras de petróleo del mundo y representa aproximadamente dos tercios de la producción total de Venezuela.
Las filtraciones de las tuberías de petróleo, sumadas a la presencia de aguas residuales y a la escorrentía de los ríos (flujo de agua superficial que transporta sedimentos o nutrientes), han contaminado el lago.
"Aunque es agradable verlo desde el espacio, los remolinos verde esmeralda en las aguas del lago, visibles en esta imagen capturada en agosto de 2023, indican proliferaciones descontroladas de cianobacterias tóxicas, o algas verde-azules, que representan una seria amenaza para la ecología y la salud humana", concluye la ESA.