Fotografía de viajes, de paisaje o de fauna... no importa la modalidad. Siempre que el clima sea extremo, cambiante y extraño, será una buena oportunidad para realizar fotos que se salgan de lo convencional. Tener cierto ojo fotográfico permitirá sacar grandes fotos de detalles, tomas generales y elementos helados o nevados.
Los copos de nieve cayendo lentamente marcará la diferencia de la misma situación sin nieve. Para ello, los parámetros utilizados son una velocidad de obturación de 1/1000 segundos, como mínimo, para congelar los copos de nieve en la imagen. En cualquier caso, este parámetro podrá variar dependiendo de la luz de la toma en ese momento y de la velocidad a la que caen los copos de nieve.
Si nieva con más intensidad, para capturar la trayectoria de los copos, la velocidad tendrá que ser 1/125 segundos o más para obtener ese efecto de la nieve.
Foto: Antonio Liébana
Exposición en fotografías con nieve
Para exponer las fotografías en la nieve de manera correcta, como normal general, a la hora de elegir los parámetros para realizar la foto será necesario sobrexponer las imágenes +1 o +2 puntos compensando la exposición en el exposímetro, dependiendo de la luz ambiental de la escena. La cámara por defecto subexpone la imagen en entornos con nieve y la imagen final quedaría oscura o gris. Es por ello que se debe corregir la exposición automática de la cámara fotográfica.
Foto: Antonio Liébana
Equipo fotográfico y más
Como se puede suponer, es de vital importancia, antes de salir, equiparse bien. Unos buenos calcetines de invierno, guantes para no helarse los dedos, botas adecuadas para la nieve y un abrigo cálido e impermeable ayudaran a pasar más tiempo en el exterior a bajas temperaturas, con nieve e incluso con un viento gélido.
Si el entorno es urbano, será suficiente una pequeña mochila para moverse con agilidad. A nivel de objetivos, un teleobjetivo corto tipo 70-200 mm será perfecto para tomar detalles e imágenes más largas. Por su parte, un objetivo angular permitirá conseguir tomas generales. Para este fin valdrá con un objetivo 24-70 mm, por ejemplo, y una lente fija, como un 50 mm, para algún retrato o detalle cercano.
Foto: Miry Fidalgo
Trípode para fotografiar nieve
Se puede sumar al equipo un trípode ligero para utilizarlo en la realización de una toma donde se necesite una velocidad de obturación lenta, como la estela del copo de nieve para transmitir sensación de un viento fuerte, tormentas o bajas temperaturas. También será necesario en lugares urbanos con elementos arquitectónicos donde la gente sea un elemento más de la escena por ser un entorno urbano transitado o tengamos una bajada de luz que demande más velocidad en la imagen.
Si el fin es hacer fotografías de fauna en la naturaleza, llevar un gran teleobjetivo tipo 400 mm, 500 mm o 600 mm, sumado a un tele zoom más corto tipo 70-200 mm, por si el sujeto está más cerca, será suficiente para ir ligeros y moverse con comodidad.
Foto: Antonio Liébana
Foto: Miry Fidalgo
Cambio de objetivos para fotografiar nieve
Algo realmente útil será ser ágil en cambio de un objetivo a otro. Esta actividad mejor no hacerla si dudamos o practicar antes para ser rápido. Las lentes siempre tienen que estar mirando hacia abajo cuando no estemos haciendo fotos para que no se llene el cristal de la lente de hielo y nieve. Será posible limpiar las lentes, pero con guantes y la nieve cayendo será más complicado limpiarlo que tener el protocolo de no poner la lente mirando hacia arriba.
Trucos para fotografiar con nieve
- Secar bien el material fotográfico una vez finalizada la sesión
- Sobrexponer entre uno y dos puntos las imágenes en entornos nevados. Hay que compensar la exposición
- Jugar con la velocidad de obturación para plasmar diferentes efectos