Una muy buena opción para conseguir imágenes creativas y diferentes es la de trabajar a velocidades bajas, consiguiendo efectos de barrido. Para lograrlo hay trabajar en velocidades que oscilan entre un 1/60 y 1/4, dependiendo de la velocidad del sujeto y de la intensidad de la sensación de movimiento que se quiera conseguir.
Hay que recordar que en estas fotografías no se busca una mancha movida, sino una imagen donde se identifique claramente al sujeto principal y tener foco sobre él, a pesar del movimiento.
Realizar un barrido puede parecer complejo, y lo es a priori, pero entendiendo la técnica y con mucha práctica se pueden conseguir buenos resultados.
El barrido fotográfico perfecto
Para realizar este tipo de fotografías hay de acompañar al sujeto en su trayectoria, mientras se parametriza una velocidad de obturación lenta. Si la cámara se sitúa desde una posición fija, un trípode vendrá bien, pero si se tira la foto a pulso, hay que intentar estabilizar el equipo lo mejor posible.
Un truco heredado de los fotógrafos deportivos es utilizar un monopié anclado en el cinturón, que ayudará a aliviar peso a los brazos y ganar estabilidad con un punto de apoyo cercano a centro de masas del cuerpo.
Foto: Antonio Liébana
Cómo conseguir un mejor paneo fotográfico
El mayor efecto de los barridos se obtiene cuanto el sujeto se mueve con una velocidad constante y alcanza su posición perpendicular con respecto a la cámara. El motivo sigue a foco y se identifica, mientras el fondo aparece movido y desenfocado.
El equipo ideal sería una lente media o larga, por ejemplo una focal de 200 mm, el plano se comprime al utilizar un tele, el sujeto se separa del fondo y el efecto se verá potenciado.
La velocidad es la clave
La clave está en la velocidad. Normalmente, se trabaja en una horquilla de 1/60 y 1/15 para la gran mayoría de las situaciones, pero se debe analizar la velocidad a la que se mueve el sujeto y adaptarla al resultado final que se quiera conseguir.
Lo primero es colocarse en el punto correcto para seguir la trayectoria e intentar que el sujeto pase paralelo. Acto seguido se deberá encuadrar con los parámetros adecuados. Es bastante común que cuando se tiene algo de práctica, se vayan cambiando los parámetros apoyándose en la información del visor a medida que el sujeto avanza.
Foto: Antonio Liébana
Si hay tiempo y el sujeto viene desde lejos, no es buena idea disparar muchas fotografías sin sentido, pues el búfer se irá llenando de manera innecesaria y en el momento más interesante puede ser que ya no haya espacio en la tarjeta de memoria porque esté ocupada procesando esas fotos innecesarias.
El disparo perfecto
Sí es importante resaltar que cuando el sujeto se encuentra a 90 grados de nuestra posición es cuando obtenemos el mejor resultado. Así pues, es interesante centrar los disparos entre los 60 y los 110 grados y apretar el disparador en ráfaga, a la vez que se acompaña al sujeto en esa trayectoria. De esa manera se aumentará considerablemente las posibilidades de éxito.
Muchos teleobjetivos llevan incorporado un sistema de estabilización especialmente dedicado a estos momentos. Normalmente aparece identificado como modo 2. Utilizarlo vendrá genial, ya que, sumado a una buena estabilización, ya sea con rótula, monopié o a pulso, ayudará a conseguir mejores barridos.
Trucos para realizar barridos
- La posición del fotógrafo es crucial para seguir bien la trayectoria
- Trabajar en prioridad a la velocidad de obturación de la cámara
- Seleccionar el modo 2 en el estabilizador del objetivo
- Una velocidad lenta hará captar el movimiento