Fotografía
Islas Canarias
7 fotografías que hablan de las Islas Canarias
Como las 7 notas de un instrumento musical, en este caso nacidas de una cámara de fotos, estas 7 imágenes de Juan Méndez son un testigo inmortal de la magia y belleza de las Islas Canarias.
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Foto: Juan Méndez Quesada
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El destello verde. Playa de Papagayo, Lanzarote, Islas Canarias, España
"He cumplido un sueño, siempre quise hacer esta foto" explica Juan Méndez Quesada, autor de esta poderosa imagen. "Doy las gracias a un buen amigo que me brindo la oportunidad de fotografiar su velero, el Gran Argonauta, y el cual es el gran protagonista de esta fotografía. Lo más bonito fue haber captado el rayo verde, ya que es muy difícil de ver", continúa su autor.
El rayo verde o destello verde al que Méndez hace referencia es un fenómeno óptico atmosférico que tiene lugar poco después de la puesta y la salida del sol, cuando este se encuentra en los márgenes del horizonte y en el que durante apenas un escaso par de segundos se puede apreciar un punto verde sobre la posición del Astro Rey.
Esta tonalidad verde a la que Julio Verne se refirió como "un verde que ningún artista podría jamás obtener en su paleta" es el resultado de un conjunto de fenómenos que propicia la refracción de la luz en la atmósfera, y en donde esta se desplaza más lentamente en las capas bajas, más densas, que en las capas superiores de la atmósfera, más livianas.
Es por esta razón que los rayos de luz solar describen una trayectoria ligeramente curva en la misma dirección que la curvatura de la Tierra; la luz de alta frecuencia -verde y azul- se curva más que la luz de baja frecuencia -roja y naranja- de modo que los rayos verdes y azules de la parte superior del Sol en el horizonte permanecen visibles mientras que los rayos rojos están tapados por el horizonte, dando lugar a este efímero fenómeno "de un verde del cual ni los variados tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un igual ¡Si hay un verde en el Paraíso, no puede ser salvo de este tono, que muy seguramente es el verdadero verde de la Esperanza!". O al menos esas son las palabras con las que Verne, continuaba su descripción.
Foto: Juan Mendez
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Marte en la Tierra. Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote. Islas Canarias.
Hay varios lugares entre la geografía española que, sin referencias, bien podrían ubicarse en el planeta Marte. Uno de ellos es Río Tinto, en Huelva, cuyo entorno duro y ácido se asemeja, según los geólogos, al de nuestro vecino del sistema solar.
Otro de estos paisajes, el cual es protagonista de esta fotografía, es el capturado por el fotógrafo canario Juan Méndez en el Parque Nacional del Timanfaya, en la isla de Lanzarote, el único de la Red Española de Parques Nacionales de carácter eminentemente geológico.
Este territorio es el resultado de la sucesión de diversas erupciones volcánicas acontecidas durante los últimos 300 años. Desprovisto de vegetación, al desnudo quedan sus formas, texturas y una gran variedad de colores que nos transportarían directos al planeta Rojo si no fuera por la delicadeza con la que ha sido colocada la fila de piedras que se sitúa en el primer plano de la imagen. Algo muy de humanos... ¿O de marcianos, quizá?
Foto: Juan Méndez Quesada
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Tajinaste sosteniendo el Universo
Uno de los destinos predilectos e ineludibles para los amantes de las plantas son las Islas Canarias. La flora canaria alberga cerca de unas 200 especies diferentes de plantas de las cuales 500 son endemismos; término empleado para describir aquellas especies de plantas o animales limitados a un rango geográfico específico.
Entre estos endemismos encontramos a los llamados tajinastes, una familia de plantas nativas muy especial con representantes de distintas especies en cada una de las islas del archipiélago.
En este caso en la fotografía tomada por Juan Méndez, bajo un cielo iluminado por la Vía Láctea, podemos apreciar a varios individuos de la especie Echium pininana, endémica de La Palma y la cual crece exclusivamente en la cara noreste de la isla por encima de los 600 metros sobre el nivel del mar, en el bosque de laurisilva.
Foto: Juán Méndez Quesada
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La leyenda del diablo de Timanfaya. Tinajo. Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote.
Cuenta una antigua leyenda canaria que, el 1 de septiembre de 1730, en Timanfaya, lugar en el que el fotógrafo Juán Méndez Quesada pasó 9 meses hasta poder tomar esta fotografía, se estaba celebrando una boda. Los afortunados en aquella ocasión serían una pareja conformada por el hijo de uno de los habitantes más pudientes de la isla y una hermosa joven cuya familia se dedicaba al cultivo de plantas curativas.
Dicen que, en mitad de la ceremonia, una gran explosión hizo temblar la tierra. Del cielo comenzaron a llover cientos de rocas y pedazos de lava que destrozaban todo a su paso. Como no podría ser de otro modo, tanto los invitados a la boda como las gentes del pueblo huyeron despavoridos en busca de refugio. Muchos se salvarían, sin embargo, en esta ocasión el destino quiso que la desgracia cayera sobre la joven pareja.
Así, una gran roca procedente del volcán aplastó a la novia, dejándola sepultada. El novio, al ver la escena, tomó una forja de 5 puntas para intentar mover la enorme piedra y salvarla. Pero cuando por fin lo logró, para desgracia de ambos, tristemente se percató de que su amada ya había fallecido.
Entre su desesperación y el sentimiento de desolación, sin soltar la forja, tomó el cuerpo de su esposa y empezó a correr por el valle buscando un refugio que ya ningún lugar del mundo podría ofrecerle.
A pesar del humo y las cenizas, algunos habitantes del pueblo pudieron divisar en una colina al joven iluminado por la Luna. Este levantó la forja de 5 puntas con sus dos brazos y, antes de desaparecer en el ardiente terreno de Lanzarote, los testigos allí presentes suspiraron de pura tristeza: “pobre diablo”.
Foto: Juan Méndez
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Un Ícaro Lanzaroteño. Lanzarote
Todo comenzó un día en que conduciendo en las inmediaciones de la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, cerca del pueblo de la Villa de Teguise, el fotógrafo Juan Mendez divisó en el cielo un pequeño parapente en dirección al Sol.
Méndez decidió bajarse del coche para tomar una instantánea del piloto, sin embargo en aquella ocasión las nubes se lo impidieron. Cejado en su empeño de conseguir la fotografía que tenía en mente, el fotógrafo decidió preguntar a aquellos aficionados al vuelo cuando solían estar por la zona. Por suerte para él, el lugar es un punto de encuentro habitual para la práctica de este deporte y tras unas cuantas visitas, finalmente pudo capturar esta fotografía tal y como la había imaginado: como un viaje hacia el mismo Sol.
Foto: Juan Méndez Quesada
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La hubara canaria -Chlamydotis undulata fuertaventurae
Entre arbustos y matorrales, una de las aves que siempre han llamado la atención del lanzaroteño Juan Méndez Quesada, autor de esta fotografía, ha sido la hubara canaria.
Méndez nos cuenta que ha conseguido fotografiarla en varias ocasiones, sin embargo, no se había conformado hasta obtener una imagen nítida y a corta distancia de esta hermosa ave.
Se trata de una hubara hembra, una subespecie de avutarda hubara endémica de las Islas Canarias que solo se distribuye por las islas de Lanzarote, La Graciosa y Fuerteventura.
De costumbres sedentarias y habitante de las llanuras semidesérticas, las dunas de arena y las colinas pedregosas de vegetación arbustiva características de las volcánicas Islas Canarias, este ave presenta un gran tamaño y unos colores que entremezclan tonos arena y blancos que le permiten camuflarse y pasar fácilmente desapercibida en el medio en el que habita.
Clasificada como especie en peligro de extinción, con una media de unos 64 centímetros, y pese a ser la más pequeña de las 3 subespecies de hubaras que se conocen en el mundo, ostenta el titulo de ser el ave endémica más grande del archipiélago canario, además de representar el símbolo animal de la isla de Fuerteventura.
Juan Méndez Quesada
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Escalando la Luna. Guinate, Lanzarote. Islas Canarias
La Luna, siempre ha formado parte de los anhelos más profundos del hombre. Uno de los primeros en imaginarse a los seres humanos en la Luna fue el escritor Luciano de Samosata en el siglo II d.C., quién en sus Relatos Verídicos cuenta como él y sus compañeros son arrastrados a nuestro satélite por vientos huracanados. Desde entonces, autores y artistas como Julio Verne, H.G. Wells, Juan Ramón Jiménez o George Méliès han tomado la Luna como elemento fundamental de algunas de sus obras, otorgando a la Luna en la literatura, la poesía o el cine, el mismo papel central que preside nuestro satélite en el firmamento.
Pero como no podía ser de otra manera, una de las disciplinas que más nos han acercado los detalles y secretos de la Luna, bien desde un plano artístico o científico, es la fotografía; y un ejemplo de ello es esta maravillosa instantánea capturada por el fotógrafo Juan Méndez Quesada en la isla de Lanzarote.
Méndez narra como capturar este momento no fue tarea fácil: "pasé varios meses recorriendo diferentes lugares de la isla de Lanzarote buscando el lugar idóneo para la toma. No encontrábamos piedras planas con la altura adecuada y unas medidas proporcionadas con el tamaño del escalador. Además también debíamos coordinar que, durante su tránsito, la Luna quedara perfectamente encuadrada detrás de este".
"En aquellos lugares con posibilidades para la imagen siempre aparecían la bruma, la calima o algunas nubes en el horizonte que dificultaban la fotografía", continúa. "Tras diferentes intentos a lo largo de varios meses recorriendo la zona norte de la isla, al final dimos con Guinate. Mi buen amigo Jesús, hizo gala de una paciencia infinita montando y desmontando el equipo en incontables ocasiones y esperando el momento idóneo durante decenas de sesiones. Pero al final, el trabajo dio sus resultados: fueron varias jornadas de madrugares, planificación y espera hasta encontrar el momento perfecto en que el escalador, la Luna, las nubes y demás elementos encajaran de forma correcta". Es la historia de un personal y particular viaje a la Luna; uno que, como no podía ser de otra forma, siempre entraña una aventura.