Se prevé que a mediados de este siglo el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades, donde se consumirá el 80% de los alimentos que se produzcan en el mundo. Abastecer un planeta superpoblado es uno de los principales retos de las próximas décadas, máxime si tenemos en cuenta que, según la FAO, para 2050 la producción mundial de alimentos deberá incrementarse en más de un 50% en un contexto de crisis medioambiental y escasez de recursos naturales. Muchas personas trabajan en todo el mundo y desde diversos frentes por la transición hacia un modelo alimentario más sostenible: fertilidad de la tierra, cultivos alternativos, nuevos alimentos, sucedáneos cárnicos de origen vegetal, consumo responsable...
Reducir a cero las emisiones de carbono no bastará para mitigar las consecuencias del cambio climático. También tendremos que eliminar carbono a una escala colosal, lo que exigirá un esfuerzo planetario sin precedentes.
Hace 120 años los humedales de cipreses de los pantanos eran la Amazonia de Estados Unidos. La tala indiscriminada, la subida del nivel del mar y la desecación de los humedales los han reducido a la mínima expresión.
A medida que la Antártida se calienta, las focas pasan cada vez más tiempo en tierra. Observamos la estrategia infalible de las orcas para darles caza: sincronizan sus movimientos para generar olas que derriban los témpanos de hielo, haciéndolas caer al mar.