cada dÍa tomamos múltiples decisiones en lo que respecta a la comida que introducimos en nuestro organismo. Varias veces a lo largo del día elegimos unos u otros alimentos, y nuestras decisiones no siempre están fundamentadas en parámetros de salud. De hecho, según se afirma en un estudio científico encabezado por Michael Clark, del Departamento de Salud y Población de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, las –malas– elecciones dietéticas son una de las principales causas mundiales de mortalidad. Concretamente, una de cada 10 enfermedades tiene relación con lo que comemos, apunta la OMS.
Pero no solo eso: además, añade el estudio, dichas elecciones generan degradación ambiental y amenazan la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Acuerdo Climático de París. A esa conclusión han llegado tras analizar 15 alimentos y vincularlos a cinco aspectos de la salud y a otros cinco relacionados con la degradación del medio ambiente, lo que ilustra el gráfico de la derecha. Los alimentos asociados con una mejor salud son los cereales integrales, las frutas, verduras, legumbres y nueces, el aceite de oliva y el pescado. Todos excepto este último conllevan uno de los impactos ambientales más bajos, y en cualquier caso el impacto ambiental del pescado es notablemente menor que el de las carnes rojas y procesadas, que son los alimentos menos saludables y los que más degradación medioambiental causan. No es coincidencia, ni justicia poética: es lógica y 100 % ciencia.
Este artículo pertenece al número de Marzo de 2020 de la revista National Geographic.