Una noche de sexo al año no parece gran cosa, pero es lo habitual entre las hembras de lémur ratón gris: solo están receptivas unas pocas horas cada doce meses. En ese breve período de tiempo, sin embargo, estos pequeños primates oriundos de los bosques del este de Madagascar llevan a cabo una actividad copuladora frenética. Los machos asedian a las hembras como si no hubiese un mañana y, ante tal panorama, se dan dos escenarios: mientras que algunas hembras soportan hasta cien intentos de cópula por hora, otras son monopolizadas toda la noche por un solo macho.
¿Que suceda una cosa u otra depende de si la hembra es o no capaz de sacarse al salaz semental de encima?, se preguntaban los científicos. A lo mejor, pensaron, es que a las hembras menos robustas no les queda más remedio que someterse al primer bravucón que las entre, mientras que las más fuertes se los van sacudiendo de encima. No obstante, en ese caso habrá otro macho que enseguida entrará al trapo, lo que hará que la hembra sea inseminada por varios de ellos. ¿Tiene eso alguna utilidad evolutiva? Si un macho insemina a muchas hembras, la ventaja es que tiene más números de legar una mayor carga genética para la posteridad. Pero ¿qué sacan ellas al practicar la poliandria? Tiempo atrás, la ecóloga francesa Elise Huchard quiso averiguarlo y estudió el comportamiento de dos grupos de hembras, unas más robustas que las otras. Sorprendentemente vio que las más fuertes tenían más parejas sexuales, a las que buscaban de forma activa. Aunque no se sabe exactamente por qué ni cómo lo hacen, todo indica que son capaces de elegir el mejor esperma recolectado en esa ardorosa jornada amatoria.
HÁBITAT / TERRITORIO
El lémur ratón gris (Microcebus murinus) es, como todos los lémures, endémico de Madagascar. Nocturnos y arbóreos, estos pequeños primates viven en grupos reducidos, saltan de rama en rama
y raramente bajan al suelo.
OTROS DATOS
Pesa unos 60 gramos y su cuerpo mide unos 14 centímetros de longitud, más otros tantos de cola. Su alimentación es omnívora: come insectos, flores y frutas. Este pequeño lémur puede almacenar grasa en la cola y en las patas, una reserva que quemará cuando la comida escasee.
Este artículo pertenece al número de Junio de 2020 de la revista National Geographic.