La orquídea fantasma (Epipogium aphyllum) es realmente muy difícil de ver: vive entre la hojarasca y puede permanecer sin florecer durante varios años si las condiciones climáticas no son buenas, o hacerlo de forma subterránea. Carente de clorofila, esta flor tan rara y escasa no hace la fotosíntesis y para alimentarse ha establecido una relación con un hongo que le permite acceder a los nutrientes presentes en la materia orgánica en descomposición.

«Es lo que se denomina una especie micoheterótrofa –explica Carlos Fabregat, doctor en Biología e investigador autónomo vinculado al Jardín Botánico de la Universidad de Valencia–. En esa relación, el hongo infecta a la planta y penetra en sus tejidos mediante sus hifas para obtener azúcares y aminoácidos. Para combatir este ataque fúngico, la orquídea digiere parcialmente a las hifas y también aprovecha esa estructura simbiótica, las micorrizas, para captar agua y sustancias minerales que, sin mediación del hongo, quedarían fuera de su alcance». Es, al mismo tiempo, una relación de simbiosis y una lucha sin cuartel en la que ambos contendientes sacan tajada.

Orquídea fotografiada en la sierra de Cebollera
Fotos: Eduardo Blanco Mendizábal

Son muchas las orquídeas que interactúan con hongos, añade Fabregat: «A lo largo de la evolución, estas plantas han reducido mucho el tamaño de sus semillas. Son como polvo, estructuras diminutas conformadas por el embrión y una cubierta, exentas del tejido de reserva que necesita la semilla para germinar. Por este motivo les resulta indispensable la interacción con el hongo, que les provee de los nutrientes necesarios para prosperar». Aunque muchas orquídeas desarrollan clorofila al crecer, no es el caso de la orquídea fantasma. Por eso su toma y daca con el hongo es esencial durante toda la vida.

Esta misteriosa especie vive en los húmedos sotobosques de hayedos y abetales de toda la región euroasiática. En nuestro país es escasísima: se estima que no llega al centenar de individuos.

Este artículo pertenece al número de Diciembre de 2021 de la revista National Geographic.

Más Sobre...
Plantas Biodiversidad