En busca de la luz: iluminando el rostro del México originario

El fotógrafo y artista Yael Martínez crea, gracias a una técnica especial, imágenes luminosas de personas de las comunidades originarias de México, algunas con duras historias detrás.

Actualizado a

Josefina Prudente Castañeda
Yael Martínez

Josefina Prudente Castañeda, inmigrante del estado mexicano de Guerrero, trabaja como voluntaria en la iglesia luterana del Buen Pastor de Brooklyn, en Nueva York, donde emite un programa de radio en su lengua materna mixteca.

Cuando el fotógrafo Yael Martínez le pidió por favor que mirase directamente a la cámara, Josefina Prudente Castañeda estaba en la iglesia de Brooklyn que utiliza como estudio de grabación. Josefina migró al norte desde el estado mexicano de Guerrero y ahora emite, para Nueva York y más allá, en tu'un savi, una de las lenguas del pueblo mixteco. Los derechos de la mujer ocupan un lugar destacado en sus programas de radio. Además, también trabaja como intérprete judicial de tu'un savi, español e inglés. Al conocerla, Martínez pensó: «Esta mujer es portadora de poder, de luz y de oscuridad, todo a la vez; es exactamente lo que intento transmitir».

Hace unos años empezó a crear lo que denomina «intervenciones» en sus propias fotografías, que pasa a papel y a continuación modifica con otras formas de acción artística. En este ensayo fotográfico, parte de una colaboración entre National Geographic y un colectivo de artistas llamado For Freedoms [Por las libertades], Martínez se concentró en los indígenas –o comunidades originarias, como él prefiere decir– de Guerrero, su estado natal. ¿Por qué originarias? Porque el término, que Martínez dice haber aprendido del activismo indígena, transmite la dignidad de una nación distinta.

Las personas a las que ha fotografiado para este proyecto, incluso las que han sido reubicadas en nuevos entornos, tienen ciudadanía legal en México, y ciudadanía ancestral en antiguos estados que hoy en día existen en el idioma, la gastronomía, la fe, las historias transmitidas con el paso de los siglos y la forma colectiva de ver el mundo. Conocer a «originarias» como Josefina Prudente, dice Martínez, lo obligó a replantearse sus ideas sobre sí mismo: la parte indígena, la parte europea, la parte africana. A veces concibe el estado de Guerrero, en el sur profundo de México, como un tapiz en el que se ha tejido toda la complejidad de Latinoamérica.

«Empecé este proyecto como un ensayo sobre la resiliencia –explica–. Imágenes de quienes han vivido traumas y se han jugado el pellejo para huir de la violencia y mantener a la familia que dejaron atrás. Imágenes de los inmigrantes que se convierten en los pilares económicos de quienes se quedaron en casa. Imágenes de esas personas y de comunidades que resisten».

Yael Martínez creció en una familia de artistas y siempre dio por hecho que se haría pintor. Pero siendo adolescente conoció en un documental la obra del prestigioso fotógrafo Josef Koudelka, en cuya nutrida producción hay desde paisajes hasta guerras. «Me dejó maravillado –recuerda–. Cuando descubrí la fotografía, me enamoré».

Dedicó cuatro meses a este proyecto, documentando a «originarias» dentro y fuera de sus pueblos natales de Guerrero. Luego alteró cada fotografía con múltiples perforaciones, unos puntitos de luz que son el rastro visual de lo que este artista veía una y otra vez en las mujeres y los hombres que le permitían acercarse. «Para mí, esto es lo más hermoso de cada imagen –dice–. Que emanan luz».

Cementerio de La Concepción, México

Yael Martínez

1 / 7

Cementerio de La Concepción, México

En un cementerio de La Concepción, en México, los familiares de Carmen Sierra, una matriarca muy querida, visitan la cruz erigida en su memoria. Para crear estas imágenes, Yael Martínez perfora fotografías impresas, proyecta luz a través de los agujeros y las vuelve a fotografiar.

Flores

Yael Martínez

2 / 7

Flores que emanana luz

Un arreglo de flores conmemora la vida de Sierra. «Lo que me parece más bello de cada pieza es que las imágenes emanan luz, como si fuese una idea de transformación», dice Martínez.

Asado de vacuno

Yael Martínez

3 / 7

Asado de vacuno

Los allegados recuerdan a Carmen Sierra con una tradición local: asar carne de vacuno en un horno subterráneo y comer todos juntos. Según el fotógrafo, «las perforaciones de las imágenes son una analogía del trauma y de cómo nosotros, como seres humanos, podemos transformar la mala energía y las situaciones negativas en algo positivo».

Los cultivos

Yael Martínez

4 / 7

Cultivos

Felipa García Reyes, abuela de familia, planta maíz y judías en Huehuetepec, pueblo del estado de Guerrero. Las familias indígenas del lugar dependen de los cultivos de maíz, judías y calabaza para alimentarse, y todos –desde los más jóvenes hasta los más viejos– echan una mano. 

Humo de horno subterráneo

Yael Martínez

5 / 7

Humo de horno subterráneo

El humo de un horno subterráneo envuelve una silla de plástico en La Concepción.

Niños jugando

Yael Martínez

6 / 7

Niños jugando

Los niños juegan en una casa de La Concepción. «Lo más importante para mí es documentar la realidad», asegura el fotógrafo.

Parque Flushing Meadows Corona

Yael Martínez

7 / 7

Reunión de migrantes en Nueva York

Familiares emigrados desde el estado mexicano de Guerrero se reúnen en el parque Flushing Meadows Corona de Queens, en Nueva York.

Yael Martínez
Ilustración de Joe McKendry

National Geographic Society, comprometida con la divulgación y la protección de las maravillas de nuestro planeta, financia este año el trabajo del Explorador Yael Martínez en su México natal y otros lugares. 

----

Este artículo pertenece al número de Septiembre de 2023 de la revista National Geographic.

Más Sobre...
Suscriptores