Estar loco como una liebre de marzo es una frase hecha muy usada en Gran Bretaña desde hace siglos para describir un comportamiento absurdo e impredecible. No en vano Lewis Carroll bautizó a uno de sus personajes más locos de Alicia en el país de las maravillas como la Liebre de Marzo. ¿Su origen? Las luchas que protagonizan la liebres europeas (Lepus europaeus) en la época de reproducción, un período durante el cual se persiguen unas a otras dando grandes saltos y enzarzándose en furiosos combates de boxeo, un espectáculo que muchos amantes de la naturaleza acuden a ver, por ejemplo, en el Parque Nacional The Broads, a caballo entre los condados de Norfolk y Suffolk. Marzo y abril suelen ser los mejores meses para avistar a las liebres, afirma Sue Stephenson, a cargo del diseño ecológico del parque. Dado que ambos sexos tienen el mismo aspecto, añade, hasta hace unos años se creía que se trataba de machos luchando entre sí para lograr el favor de una hembra. Sin embargo, hoy se estima que en realidad son ellas las que, literalmente, se sacan de encima a puñetazos y patadas a los machos cuando estos se ponen demasiado intensos.

Según el biólogo Anthony Caravaggi, de la Universidad de Gales del Sur, que durante años ha estudiado el comportamiento de estos animales en Irlanda, eso no ocurre solo en marzo: «Sucede durante toda la temporada de cría, que puede durar varios meses o incluso todo el año si las condiciones son favorables. Pero en marzo los días empiezan a ser más largos, la vegetación es aún bastante corta y hay una cantidad importante de liebres listas para reproducirse, por lo que ese comportamiento resulta más obvio. Si mantienes los ojos abiertos desde la primavera hasta el otoño, es posible que veas liebres locas en febrero, marzo, julio o incluso en agosto».

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OTROS DATOS

Estos mamíferos lagomorfos habitan en casi toda Europa y en áreas del continente asiático. Habitualmente son de hábitos nocturnos, aunque en la época de apareamiento se dejan ver también durante el día. Pasan la mayor parte del tiempo alimentándose de plantas herbáceas, tallos y raíces, y crían una media de tres veces al año.

Este artículo pertenece al número de Octubre de 2021 de la revista National Geographic.