La fotografía de National Geographic es extraordinariamente polifacética, y ahí radica su magia. Una sola imagen tiene el poder de despertar nuestra curiosidad o influir en la conciencia colectiva. Así lo descubrí siendo una niña que hojeaba las páginas de la revista National Geographic en la biblioteca de mi colegio de primaria en Iowa. Recuerdo como si fuese ayer la vívida impresión que me causó la emblemática imagen de la máscara funeraria de Tutankamón en la portada de marzo de 1977. Era un pasaporte a una antigua dinastía, un viaje visual de descubrimiento arqueológico que encendió mi imaginación.

National Geographic empezó a publicar fotografías en 1889, un año después de fundarse la Sociedad e iniciarse la edición de la revista. Ha sido un inmenso honor ayudar a acrecentar este legado durante mi primer año al frente de National Geographic Society, un año de colosales desafíos mundiales. En todo este tiempo hemos apoyado a los Exploradores de National Geographic y a otros periodistas cuyas fotografías han documentado todo lo sucedido, creando un archivo de la historia y las experiencias humanas mientras vivíamos cambios irreversibles.

Hoy National Geographic Society es uno de los principales patrocinadores mundiales de personas que divulgan el conocimiento y narran historias. Este número rinde homenaje a esas imágenes evocadoras que trascienden fronteras, despiertan emociones e impulsan el cambio. Entre ellas, el campo de banderas fotografiado por Stephen Wilkes, que plasma la devastadora mortandad causada por la COVID-19, o las imágenes de la vida marina antártica firmadas por Thomas Peschak, que ponen el foco en lo que está en juego en nuestro planeta.

En la Sociedad nos guiamos por nuestra misión: divulgar y proteger las maravillas del mundo. Y lo hacemos apoyando a científicos, divulgadores y educadores de más de 140 países. Ellos enriquecen el saber y protegen la fauna, la flora y los paisajes naturales. Documentan las amenazas que se ciernen sobre la Tierra y ponen en manos de la próxima generación instrumentos para resolver los problemas.

Tenemos claro que queremos ejercer una influencia significativa, y para ello son cruciales los Exploradores. El nuevo plan estratégico de la Sociedad, NG Next, redobla nuestro compromiso con ellos y con los programas que lideran, centrados en cinco áreas: la tierra, el océano, la vida salvaje, la historia y las culturas humanas,y el ingenio humano. El plan refuerza nuestras inversiones en herramientas de exploración, como la fotografía, y nos orienta para reunir a Exploradores, colaboradores, donantes y otras figuras comprometidas con nuestra misión.

Una sola imagen, ya sea el rostro de un antiguo faraón o un pingüino juanito en una Antártida que se funde, puede causar una impresión indeleble. Puede detonar el cambio e incluso dar forma a la historia. National Geographic está preparada para inmortalizar las escenas más conmovedoras de la Tierra durante otro siglo y medio… y aún más.

Jill Tiefenthaler.
Ilustración: Joe McKendry

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Este artículo pertenece al número de Enero de 2022 de la revista National Geographic.