Material de dibujo y pintura, maquetas, herramientas, trabajo en marcha: esta foto nos permite asomarnos al estudio del artista sénior Fernando Baptista en la sede central de National Geographic en Washington D. C. Si hoy hablo de la obra de Fernando, es porque está muy presente en el número de este mes: la portada de «Gladiadores», ocho páginas de infografías en dicho reportaje que nos muestran cómo luchaban y vivían aquellos luchadores, y una explicación visual de cómo se adaptan los animales al calor en el artículo sobre el Kalahari.
Este ilustrador vasco trabajaba como director de infografía en El Correo –diario bilbaíno célebre por su periodismo visual– cuando recibió la llamada de National Geographic. «Me ofrecieron un puesto y pensé, por qué no», recuerda, y se trasladó a Estados Unidos para unirse a nosotros en 2007.
Su trabajo ha recibido todos los premios posibles: más de 200 galardones, medallas, menciones y otros honores concedidos por todos los colectivos de renombre que premian ilustraciones y gráficos. Incluso ha sido nominado a dos premios Emmy por su trabajo de animación.
¿Cómo crea Fernando? Antes de ponerse a dibujar, suele construir una maqueta tridimensional en arcilla polimérica. «Las maquetas me ayudan a encontrar la mejor perspectiva –dice–. Aportan realismo. Me permiten ver cómo funciona la luz y dar con el punto de vista perfecto».
Foto: Rebecca Hale
A veces fotografía la maqueta y luego pinta sobre esa foto con acrílicos o digitalmente. Otras veces utiliza la maqueta como modelo para dibujarla a lápiz, escanea ese bosquejo en el ordenador, lo pinta digitalmente y luego lo funde con un fondo pintado también por él. En ocasiones convierte una de sus maquetas en el personaje de una película de animación. En resumen: es un fenómeno.
Y aparte de eso, somete sus creaciones al juicio de los expertos. Por ejemplo, para el proyecto de los gladiadores, Fernando trabajó con un investigador para que sus bocetos tuviesen la máxima precisión histórica. Luego esos dibujos fueron mostrados a varios expertos, que examinaron las indumentarias, las arenas, el público, las posturas de combate… todo, hasta el último detalle.
Los expertos no siempre están de acuerdo entre sí, pero esas discrepancias no empañan el entusiasmo de Fernando por contar una historia. Siempre prueba cosas nuevas y afronta cada historia con estas preguntas: «¿Qué es lo que no sabe el público? ¿Cómo consigo suscitar su interés? Quiero sorprender a la gente con ideas».
La gente identifica la parte visual de National Geographic con la fotografía. Pero los ilustradores y artistas gráficos como Fernando son una pieza igual de importante en nuestro empeño por explicar y explorar el mundo natural, y el viaje de la humanidad a través de ese mundo.
Gracias por leer National Geographic.
Este artículo pertenece al número de Agosto de 2021 de la revista National Geographic.