El pez luchador de Siam (Betta splendens), oriundo del Sudeste Asiático, habita entre la vegetación de aguas dulces y someras. Los machos, marcadamente territoriales, son muy agresivos y se enfrentan entre sí a la mínima ocasión. Sus disputas son tan espectaculares que los seres humanos vienen capturando y criando en cautividad esta especie desde hace más de un siglo para observar esas riñas, que son incluso objeto de fuertes apuestas.

Pero este pez tan espectacular sabe ponerse tierno cuando la ocasión lo requiere, como sucede en época de buscar pareja. Para conquistar a una hembra, el macho construye un nido de burbujas tomando continuas bocanadas de aire en la superficie, que expulsará en forma de burbujas envueltas en mucosidad. Una vez terminado el nido, se acercará a las hembras mediante movimientos suaves y, cuando por fin encuentre a su partenaire, la cortejará justo debajo del nido hasta que ella libere los huevos, que serán fecundados de forma externa. Entonces, el futuro papá ahuyentará a la hembra para evitar que esta se coma los huevos. Uno a uno, los irá atrapando con su boca y los depositará delicadamente entre las burbujas. «En todos los peces que tienen cuidado monoparental de la puesta, la función del macho es protegerla de los depredadores hasta el nacimiento de los alevines –explica el ictiólogo Adolfo de Sostoa desde la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona–. Las hembras, una vez realizada la puesta, se desentienden de los huevos y pueden convertirse en un depredador potencial».

Durante las 36 horas que transcurrirán antes de la eclosión de los alevines de pez luchador de Siam, el macho custodiará la puesta y reemplazará cada una de las burbujas que vayan estallando. «La depredación en la fase de huevo puede ser muy elevada; en cambio, los alevines, al ser activos, tienen más posibilidades de refugiarse y protegerse», añade Sostoa. Cuando los pezqueñines empiecen a nadar, el macho parental se considerará liberado de sus funciones de protección y será libre para, en breve, construir otro burbujeante nido de amor.

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Otros datos

Los peces luchadores de Siam se alimentan de invertebrados y zooplancton. Los machos, cuyas aletas están más desarrolladas y son más vistosas que las de las hembras, construyen un nido proporcional a su peso y longitud corporal. La eclosión es temprana: los alevines de esta especie nacen menos desarrollados y con saco vitelino. Durante este período en el que continúan desarrollándose en el exterior, dependen del alimento que les proporciona dicho saco. Por ello, y por espacio de unos pocos días, permanecerán protegidos en el nido de burbujas hasta la reabsorción total del vitelo.

Este artículo pertenece al número de Febrero de 2021 de la revista National Geographic.

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