En mayo de 1997 se anunciaba desde la sierra de Atapuerca un hito para la preshistoria. Piezas de dentición y otros fósiles hallados posteriormente daban fe de una especie humana extinta que había habitado nuestro planeta hace 850.000 años: Homo antecessor.No se había descrito ningún otro eslabón de la evolución humana desde 1964. El mundo entero ponía los ojos en la Gran Dolina, uno de los yacimientos de la fructífera sierra burgalesa.

Cinco meses después nacía la edición española de National Geographic.Uno de sus asesores, el arqueólogo Eudald Carbonell y codirector de la Fundación Atapuerca, era parte activa en estos hallazgos. Por eso fue tan especial que este año en que la revista y el hallazgo de Homo antecessor cumplen 25 años, Carbonell presentara a 50 suscriptores lo que definió como «una excursión por la historia desde hace un millón y medio de años hasta prácticamente el Holoceno»: una experiencia exclusiva que tuvo lugar el 12 de junio y en la que, partiendo de la Gran Dolina, se recorrieron icónicos yacimientos como la Sima del Elefante o el Complejo de la Galería. Tras 40 años de excavaciones, Atapuerca ofrece un colosal trazado de nuestro pasado.

En el Museo de la Evolución de Burgos, los 50 suscriptores pudieron visitar la gran sala central
Foto: Sylvia Roig

La Experiencia National Geographic concluyó con una visita al Museo de la Evolución Humana, en Burgos. En él se exponen los hallazgos más notables de Atapuerca, como los cráneos de Agamenón y de Miguelón –con más de 300.000 años de antigüedad–, la famosa pelvis bautizada como Elvis, o Excalibur, una cuarcita roja tallada que fue recuperada en la Sima de los Huesos y que demostró que hace 400.000 años ya se celebraban ritos funerarios.

En el Museo de la Evolución de Burgos, el grupo pudo ver de cerca el famoso «Neandertal emplumado»
Foto: Museo de la Evolución Humana, Burgos

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Este artículo pertenece al número de Agosto de 2022 de la revista National Geographic.