Famoso por sus maravillas naturales y su rica biodiversidad, el Principado de Asturias acoge siete reservas de la biosfera, siete reservas naturales, 39 monumentos naturales y otros muchos paisajes protegidos y zonas silvestres de gran interés, con rincones quizá no tan conocidos. ¿Sabían, por ejemplo, que tiene censados hasta 328 humedales distintos? Nos lo cuenta Antonio Alba Moratilla, vicepresidente de la Federación de Montaña del Principado y autor de la guía Lagos de Asturias, en la que ha reunido 84 lagos y una veintena de rutas cartografiadas con todo detalle. «Los lagos están ubicados en parajes de gran belleza, donde he tenido encuentros maravillosos con corzos, rebecos, lobos, osos, buitres…», explica. 

Los lagos y lagunas más destacados de Asturias son sistemas acuáticos cuyo origen se debe a la acción combinada de procesos de modelado kárstico y glaciar. En total, son cuatro conjuntos ubicados en la cordillera Cantábrica, a los que se puede acceder por rutas de montaña que presentan distinto nivel de dificultad. 

Principales lagos y lagunas de Asturias
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Si comenzamos en Cangas del Narcea, concejo situado en el extremo occidental del Principado, encontraremos el conjunto de Muniellos, formado por cuatro lagunas de tamaño medio (La Peña, La Grande, La Honda y La Isla) y otras dos menores (Peña Velosa y Aveizuna), y el conjunto lagunar de alta montaña de las lagunas del Teixedal, que se extiende a diversas cotas en pleno corazón del espectacular Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.

Hacia el este, en la zona de Somiedo, a algo más de 1.600 metros de altitud, están los tres lagos de Saliencia: Cerveriz, de 10 hectáreas de superficie y el único lago de montaña donde aparece la hierba acuática conocida como filigrana mayor (Myriophillum spicatum); La Cueva, de 7,5 hectáreas, que luce unas aguas transparentes, y el lago Negro o Calabazosa, de 17 hectáreas de extensión, la cubeta natural más caudalosa de la región. También en Somiedo se halla el gran lago del Valle, que junto con los tres anteriores conforma el Monumento Natural del Conjunto Lacustre de Somiedo, un complejo de lagos de circo glaciar en un territorio calcáreo que alberga distintos tipos de depresiones fruto de la erosión glaciar.

Ya en el este de Asturias, en Cangas de Onís, podremos admirar los lagos de Covadonga: el Enol y el Ercina, ambos de origen glaciar y una joya de la naturaleza del Parque Nacional de los Picos de Europa. El Enol, de color verde esmeralda, se encuentra a 1.070 metros de altitud. El Ercina tiene forma alargada y es poco profundo, y su tamaño actual es el doble del que tenía originalmente. ¿La razón? El dique que se erigió en uno de sus extremos para embalsar unas aguas que hace mucho tiempo se usaban para lixiviar los minerales extraídos de las minas de Bu-ferrera, cerradas hace décadas.

Estos son solo algunos de los maravillosos y frágiles humedales de un territorio, Asturias, en el que la naturaleza aún preserva su esencia más salvaje.

Este artículo pertenece al número de Mayo de 2023 de la revista National Geographic.