Antología botánica

Un herbario londinense preserva con sumo cuidado especímenes recogidos durante más de tres siglos.

Actualizado a

El herbario del Museo de Historia Natural de Londres es una de las colecciones botánicas con más ejemplares del mundo. Custodia dos millones de especímenes recolectados a lo largo de más de 300 años, desecados y adheridos a las páginas de álbumes de gran formato, cada uno de los cuales se conserva hoy en su propia gaveta dentro de una cámara con control de temperatura y humedad.

Muchas de esas muestras son vestigios de un mundo pretérito, llevadas a Inglaterra por científicos de la talla de Carlos Linneo. En la época en que el Imperio británico alcanzó su máximo esplendor (entre 1815 y 1914), las plantas se recogían con objetivos científicos, médicos y económicos.

En este museo se reúnen, se preservan y ahora se han fotografiado plantas procedentes de todo el mundo.

Durante años, el fotógrafo Nick Knight hojeó los álbumes del herbario en busca de especímenes visualmente atractivos. Calcula que, junto con su mujer, Charlotte, examinó miles de muestras anodinas y parduzcas hasta dar con las más vistosas: un loto azul, una camelia.

Knight fotografió centenares de ejemplares en el minúsculo estudio que montó en el museo. A continuación, en la fase de posprocesado, eliminó las notas manuscritas originales y otros detalles para crear la sensación de que las plantas están flotando. Lo que queda de todo ese proceso es la belleza de la naturaleza, florecida en el pasado y captada para la posteridad.

Una bandera española (Gloriosa superba) recogida en Inglaterra en 1954.

Foto: Nick Knight

1 / 10

Una bandera española (Gloriosa superba) recogida en Inglaterra en 1954.

Una Angelica cyclocarpa cortada en Nepal en 1975

Foto: Nick Knight

2 / 10

Una Angelica cyclocarpa cortada en Nepal en 1975, junto con el anterior ejemplar de bandera española dan fe de la belleza imperecedera de las plantas bien conservadas.

Lechuga de mar procedente de la isla de Man, de 1895.

Foto: Nick Knight

3 / 10

Lechuga de mar procedente de la isla de Man, de 1895.

En 1982, unos naturalistas regresaban a Inglaterra de la selva panameña con muestras de Brownea rosa-del-monte, un árbol de sotobosque oriundo del bosque lluvioso de Panamá. Según referían, algunas partes de la planta eran utilizadas con fines medicinales.

Foto: Nick Knight

4 / 10

En 1982, unos naturalistas regresaban a Inglaterra de la selva panameña con muestras de Brownea rosa-del-monte, un árbol de sotobosque oriundo del bosque lluvioso de Panamá. Según referían, algunas partes de la planta eran utilizadas con fines medicinales.

Camelia cultivada en Inglaterra en 1979.

Foto: Nick Knight

5 / 10

Camelia cultivada en Inglaterra en 1979.

Las enredaderas de la flor de la pasión, una planta rastrera con mucha historia, pueden alcanzar varios metros de altura y siempre han sido muy apreciadas en los jardines de climas templados. Este espécimen, conservado hoy en el Museo de Historia Natural de Londres, se cultivó en Nueva York en 1972.

Foto: Nick Knight

6 / 10

Las enredaderas de la flor de la pasión, una planta rastrera con mucha historia, pueden alcanzar varios metros de altura y siempre han sido muy apreciadas en los jardines de climas templados. Este espécimen, conservado hoy en el Museo de Historia Natural de Londres, se cultivó en Nueva York en 1972.

Alga parda conocida como cola de pavo, de Inglaterra, de 1930.

Foto: Nick Knight

7 / 10

Alga parda conocida como cola de pavo, de Inglaterra, de 1930.

Un biólogo recogió ramas de este elegante arbusto de Belice, de la especie Miconia octona, en 1966.

Foto: Nick Knight

8 / 10

Un biólogo recogió ramas de este elegante arbusto de Belice, de la especie Miconia octona, en 1966.

Orquídea Dracula roezlii recogida en Colombia en 1885.

Foto: Nick Knight

9 / 10

Orquídea Dracula roezlii recogida en Colombia en 1885.

Una característica distintiva de la especie Anemone hortensis es su increíble variación cromática. Estas anémonas tienen pétalos de color rojo, blanco, rosa, morado o malva; el centro de la flor suele presentar un uniforme tono violeta.

Foto: Nick Knight

10 / 10

Una característica distintiva de la especie Anemone hortensis es su increíble variación cromática. Estas anémonas tienen pétalos de color rojo, blanco, rosa, morado o malva; el centro de la flor suele presentar un uniforme tono violeta.

Este artículo pertenece al número de Febrero de 2021 de la revista National Geographic.