A lo largo de la historia evolutiva, incontables especies han caído en la invisibilidad. Por ejemplo, el megalodón, un tiburón de 15 metros que desapareció de la Tierra hace 2,6 millones de años, solo existe en el registro fósil. Y es que la extinción natural es frecuente, incluso la causada por Homo sapiens: acabamos con el último tigre de Tasmania en el siglo XX. Lo cual nos lleva a hablar de animales invisibles vivos, especímenes antaño abundantes y hoy difíciles de ver debido a la presión antrópica, como la jirafa reticulada, el tritón del Montseny o el rinoceronte de Java. Otras criaturas son invisibles porque habitan lugares casi inexplorados: poco sabemos del calamar gigante, que vive en las profundidades abisales. 

¿Y los animales míticos? La sirena, el unicornio o el monstruo del lago Ness solo adquieren forma en nuestra mente humana. Por lo que, aparte de conservar la biodiversidad, es importante preservar la memoria cultural de los pueblos del planeta, o perderemos un valioso bestiario. 

 

VIDA

Macaco de cola de león

Macaca silenus (Linneo, 1758) 
Esta especie de primate en grave peligro de extinción habita en el Valle Silencioso del estado de Kerala, en la India. Debe su nombre a la larga cola y a la melena blanca que enmarca su rostro y que, pese a su escasa talla corporal, lo hermana con el también amenazado león asiático. La tradición local atribuye horribles crímenes al macaco invisible, pero solo son supersticiones.

 

MITO

YETI (Sin evidencia científica)

En el sistema de los Himalayas hablan de un humanoide al que llaman yeti, migoi, alma, barmanu… Aunque esta bestia es una leyenda, los hallazgos en China de
un gran primate extinto (Gigantopithecus blacki) plantean la posibilidad de que avistamientos reales de este antropoide –un bípedo que alcanzó los tres metros de altura– estén en el origen del mito.

 

EXTINCIÓN

Dodo

(Raphus cucullatus) (Linneo, 1758)

La literatura ha dotado al dodo de una simpática aureola. Pero su final fue trágico, de ahí que esta ave se haya convertido en icono del conservacionismo. La llegada del ser humano a su hábitat, la isla Mauricio, significó su caza indiscriminada y la destrucción de los bosques de los que dependía, hasta que se extinguió en el siglo XVII.

Este artículo pertenece al número de Agosto de 2023 de la revista National Geographic.