El turquesa está en los ríos...
No solo en lo vegetal se encuentra la diversidad de matices cromáticos, también en sus aguas. Por Navarra fluyen varios ríos, algunos destacan por su naturaleza cosmopolita, como el Arga que cruza la capital, mientras que otros se prodigan por su extensión como el Aragón, por su caudal como el Ebro o por poseer una conexión especial con esta tierra como el Bidasoa, pero ninguno despunta tanto por su belleza como el Urederra. De hecho, su nombre en euskera significa 'agua bella'.
El río nace en la sierra de Urbasa, a una hora aproximadamente de Pamplona, y baja unos 20 kilómetros hasta encontrarse con el río Ega, afluente del Ebro. Durante el recorrido, el cauce lleva consigo un vibrante color turquesa que ilumina el interior del bosque, y a medida que avanza, se precipita débilmente hasta configurar un paisaje repleto de saltos de agua y pozas naturales. Si se quiere presenciar el espectáculo natural, es obligatorio reservar el acceso, ya que se trata de un lugar protegido.