Edimburgo
El fin de año se celebra el 31 de octubre en Edimburgo. No… No es que nos hayamos liado con el calendario. Se trata del fin de año celta, y sólo por esta tradición valdría la pena viajar en otoño a Edimburgo. Pero la cosa no queda ahí, hay mucho más. Por ejemplo, y por supuesto, el otoño pinta con su belleza especial los paisajes de los Jardines de Princes Street, en el centro de la ciudad. Más de 150.000 metros cuadrados de vegetación para que escojas tu postal favorita de otoño. En uno de los extremos de la Royal Mile, la calle más famosa de Edimburgo, encontramos otro de los lugares que en otoño se tornan muy especiales: Palacio Holyroodhouse y, en especial, la Abadía en ruinas de Holyrood.