Se desprende de la Antártida un iceberg del tamaño de Gran Canaria

Es la primera vez que se tiene constancia de la formación de un iceberg en la plataforma de Amery desde principios de la década de 1960. Los científicos estudian si el evento está relacionado con el cambio climático.

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Sergi Alcalde National Geographic
Sergi Alcalde

Periodista especializado en ciencia, sociedad y medio ambiente

Mueve la barra central de izquierda a derecha para ver el antes y el después del enorme iceberg que se ha desprendido en la Antártida:

Un gigantesco iceberg vaga desde finales de septiembre por las aguas más australes del océano Índico, según se ha podido observar gracias a los datos de satélite del programa Copérnico de la Unión Europea. Se trata de una enorme masa de hielo de 1.636 kilómetros cuadrados (unos 50 x 30 kilómetros), un área que supera, por ejemplo, la de la isla de Gran Canaria (1.560 km²) y que se desprendió de la banquisa el pasado 26 de septiembre en un lugar que los científicos habían bautizado con el nombre de ‘diente flojo’.

Los expertos llevaban estudiando la plataforma de Amery desde hace años, pero es la primera vez que se tiene constancia certera de la formación de un iceberg en esta región , una noticia confirmada por el propio programa Copernicus en su cuenta de Twitter, en el que se superponen dos imágenes capturadas y procesadas por el satélite Sentinel-1. En la primera de ellas, datada del día 20 de septiembre, se aprecia una grieta en al plataforma de hielo de Amery que acabará formando el iceberg, apreciable en la foto de la derecha, tomada cinco días después de la primera.

La tercera plataforma más extensa de la Antártida

La plataforma, de unos 60.000 kilómetros cuadros, es la tercera más extensa de la Antártida, después de la de Filchner-Ronne y la de Ross, y uno de los principales canales de drenaje del este del continente. Los icebergs desprendidos en el océano a través de esas corrientes de hielo mantienen el equilibrio entre el hielo que se aboca al mar y el que procede de los glaciares. Los científicos estudian detenidamente esta extensión de hielo conscientes de su importancia como indicador del cambio climático, máxime teniendo en cuenta que, según informaba el programa Copernico, el hielo estival de la banquisa ha cosechado este año su mínimo histórico desde que se tienen registros.


Los científicos del Programa Antártico Australiano, el Instituto de Estudios Marinos y Antárticos y el Instituto de Oceanografía Scripps llevan monitoreando las grietas abiertas en la plataforma desde hace casi 20 años. "Primero notamos una grieta en la parte delantera de la plataforma de hielo a principios de la década de 2000 y predijimos que un gran iceberg se rompería entre 2010 y 2015", afirma la profesora de Instituto Scripps de Ciencia Translacional Helen Amanda Fricker. en un comunicado oficial emitido por el Departmento de Medio Ambiente y Energía del Gobierno de Australia.

[sección de la plataforma de hielo de Amery antes (izquierda) y después (derecha) de la formación del iceberg ]

¿La culpa es del cambio climático?

“Me emocioné al ver por fin este parto después de todos estos años. Sabíamos que al final acabaría sucediendo, pero desconocíamos el lugar exacto”. El último evento de estas características tuvo lugar a principios de la década de 1960, por lo que el nuevo desprendimiento ha causado una gran expectación entre la comunidad científica. Sin embargo, a pesar de las grandes dimensiones del bloque de hielo y la coincidencia con el mínimo estival de la banquisa, Fricker es escéptica a la hora de achacar este fenómeno al cambio climático.

La científica asegura que la formación del iceberg se debe más bien al ciclo del hielo de la plataforma, la cual forma un nuevo bloque cada aproximadamente cada 60 o 70 años. El doctor Ben Galto-Fenzi, glaciólogo del del Programa Antártico Australiano, descarta que la formación del bloque de hielo acabe afectando al nivel del mar. “Sería como verter un cubo de hielo en un vaso de agua. Lo que será interesante es ver cómo influirá este fenómeno en la fusión del hielo situado debajo de la plataforma y la velocidad a la que este fluye fuera del continente”, concluye.