Gracias al estudio mediante TAC (tomografía computarizada) de distintos tipos de cráneos de homínidos los investigadores han llegado a una interesante conclusión. Esta nueva tecnología que permite analizar los cráneos en tres dimensiones, como si fueran transparentes, ha permitido comparar seis cráneos de Atapuerca y tres hallados en Grecia, Zambia y Etiopía pertenecientes a distintas especies de la evolución humana.
En total, se han investigado los senos frontales de seis cráneos de Atapuerca, cinco cráneos de la Sima de los Huesos y un cráneo encontrado en Gran Dolina. En conjunto, los cráneos estudiados incluyen a todos los homínidos importantes, incluidos los hallados en los yacimientos de la sierra de Atapuerca (Homo antecessor y Homo heidelbergensis), e incorpora también datos comparativos de las dos especies de chimpancé (Pan paniscus y Pan troglodytes) y de los gorilas (Gorilla gorilla). Es la primera vez que se pone a disposición de la comunidad científica un catálogo de fósiles tan completo como este.
Foto: Museo de la Evolución Humana
Estudio de los senos frontales
En concreto, los investigadores han analizado la forma y el tamaño de una parte clave en el desarrollo humano, los senos frontales. Estos son una especie de "bolsas de aire" que se forman en la región anterior del hueso frontal, justo por encima de las órbitas. Están localizados por detrás de la frente, los huesos de la nariz, las mejillas y los ojos, y en esta investigación en la que que ha participado Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo de Evolución Humana de Burgos, y liderada por Antoine Balzeau, del Museo Nacional de Historia Natural de París, los científicos han intentado dilucidar de qué depende el tamaño de los senos frontales en un cráneo en relación con el desarrollo evolutivo de los homínidos.
Estas cavidades son estructuras que influyen en la respiración, la fonación, el calentamiento y la olfacción, así que resultan importantes a la hora de estudiar a nuestros antepasados. Los resultados de este estudio indican ciertas diferencias entre las especies del género Homo, por lo que la forma y el tamaño de los senos frontales podrían ser variables biológicas potenciales para distinguir especies.
La forma y el tamaño de los senos frontales podrían ser variables biológicas potenciales para distinguir especies.
Además, según se desprende de los datos, si bien la presencia de los senos frontales se ha interpretado como una adaptación a climas fríos, o como un refuerzo para disipar las tensiones que originan los músculos durante la masticación, parece que debe buscarse otra interpretación alternativa y desecharse lo que hasta ahora se había teorizado.
Homo rhodesiensis
Hay tres cráneos con particularidades que los hacen diferentes del resto: los de Broken Hill (Kabwe) en Zambia, el de Bodo en Etiopía y el de Petralona en Grecia. Morfológicamente conservan ciertos rasgos antiguos comunes a Homo erectus, Homo ergaster y Homo antecessor, pero además presenta rasgos que apuntan hacia Homo sapiens.
Sin embargo, su principal particularidad es un desarrollo descomunal de los senos frontales. Por esa razón, han sido agrupados bajo el nombre de Homo rhodesiensis. Es decir, que existe la posibilidad de que en África y Europa viviera esta especie desligada de los neandertales y los humanos modernos.