Un terremoto de magnitud 4 fue registrado en Marte el pasado 24 de diciembre por parte del módulo de aterrizaje InSight de la NASA. Más tarde, cuando se observaron las imágenes de antes y después del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), se descubrió el origen de aquel terremoto: el impacto de un enorme meteorito. De hecho, según los expertos, se trataría del registro de la formación de uno de los cráteres más grandes jamás vistos en cualquier lugar del sistema solar, pues tiene alrededor de 150 metros de ancho.

Bloques de hielo hallados en Marte
Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona

Bloques de hielo de agua del tamaño de una roca alrededor del borde de un cráter de impacto en Marte

Casualmente, el impacto ha excavado trozos de hielo de agua enterrados más cerca del ecuador marciano de lo que nunca antes se había visto, pues hasta ahora los científicos solo habían visto hielo de agua agrupado cerca de los polos.

Así pues, el descubrimiento tiene importantes implicaciones en los planes futuros de la NASA para enviar astronautas al Planeta Rojo, porque, de cara a evitar un clima excesivamente hostil, la agencia espacial necesitaría conseguir aterrizar a los astronautas cerca del ecuador el planeta.

Vídeo: Curiosidades sobre Marte

Una vez allí, podrá usarse esta agua congelada tanto para las necesidades humanas básicas como con el objetivo de descomponerla en hidrógeno y oxígeno para proporcionar combustible para cohetes para el viaje a casa.

Conocer mejor Marte

Además del inesperado descubrimiento del hielo marciano, las ondas sísmicas que se propagan a lo largo de la zona superior poco profunda de un planeta, denominadas superficiales, se pueden emplear para cartografiar las características estructurales de Marte y obtener información importante sobre su origen y evolución. Hasta la fecha no se habían detectado este tipo de ondas en ningún otro planeta distinto de la Tierra, de modo que su estudio permitirá a los investigadores conocer más a fondo nuestro vecino del sistema solar.

El agua congelada podrá descomponerse en hidrógeno y oxígeno

El módulo de aterrizaje Insight, desde su aterrizaje en noviembre de 2018, ha detectado 1.318 martemotos. Su misión está a punto de terminar debido a la disminución de sus niveles de energía y probablemente se quedará desconectará en las próximas seis semanas. Antes de hacerlo, sin embargo, nos ha brindado una importante información, cuyos resultados han sido publicados en la revista Science.