Investigadores del Instituto Oden de Ingeniería y Ciencias Computacionales de la Universidad de Texas acaban de publicar un nuevo estudio en la revista especializada Geophysical Research Letters que arroja muy malas noticias sobre el futuro de los glaciares del Ártico, pues las nuevas simulaciones para estimar la velocidad a la que se derretirán los glaciares debido al cambio climático sugieren que este proceso ocurrirá hasta cien veces más deprisa de lo estimado anteriormente.
La razón por la que los anteriores cálculos estaban equivocados reside, sobre todo, en que la construcción de modelos sobre cómo se derriten todos los glaciares se ha basado en observaciones de glaciares accesibles y llamativos, como los que hay en la Antártida.
El problema es que los glaciares del Ártico no se derriten de la misma forma que los glaciares del Antártico, porque son regiones separadas por más de 20.000 kilómetros y situadas en dos puntos opuestos del mundo. En Groenlandia, por ejemplo, el agua cálida del océano en los fiordos está afectando partes de la capa de hielo flotante desde abajo. Este deshielo submarino es mucho más difícil de medir.
El deshielo submarino es mucho más difícil de medir
Los investigadores ahora han utilizado estas medidas más precisas para crear un modelo mejorado del derretimiento de los glaciares del Ártico en otras partes del hemisferio Norte. Según explica la autora principal del estudio, Kirstin Schulz, durante años se ha tomado el modelo de tasa de fusión de los glaciares flotantes de la Antártida y se ha aplicado a los frentes verticales de los glaciares de Groenlandia.
Sin embargo, tal y como revela este nuevo modelo, cada vez hay más evidencia de que el enfoque tradicional produce tasas de fusión demasiado bajas en los frentes verticales de los glaciares de Groenlandia. Así que, habida cuenta el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del mundo, los investigadores sospechan que el derretimiento submarino es peor aquí que en la Antártida.
Aumento del nivel del mar
El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia es un predictor importante del aumento del nivel del mar debido a su tamaño. Si se derrite por completo, el nivel global del mar podría aumentar entre 6 y 7 metros. Además, otro efecto del deshielo es que podría detener las principales corrientes oceánicas que ayudan a enfriar el ecuador de nuestro planeta.
De este modo, mejorar los modelos climáticos oceánicos, tal y como se ha hecho en este estudio, resulta muy relevante para que la humanidad pueda pronosticar correctamente las tendencias asociadas con el cambio climático.