El humo de los incendios forestales, un viajero de larga distancia que cuenta historias de destrucción y cambio climático, ha emprendido un viaje de 7.000 kilómetros desde Canadá hasta llegar a España, un fenómeno insólito que explica así la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET):
“Lo que sucede en determinadas zonas del planeta puede acabar notándose en lugares muy distantes. En la imagen de satélite observamos cómo el humo de los incendios de Canadá alcanza la Península Ibérica. Más al sur, se aprecia el polvo en suspensión procedente del Sáhara”.
AEMET
Mapa de la AEMET que muestra el avance del humo de los incendios en Canadá hacia Europa y la Península Ibérica.
Pero, ¿cómo es posible que el humo cruce océanos y continentes? La respuesta está en las alturas.
JETSTREAM O CORRIENTE DE CHORRO
La corriente en chorro, o jetstream, es lo que está facilitando el traslado en altura del humo hasta Europa. Esta corriente se genera en el límite superior de la troposfera, provocada por el contraste térmico entre dos masas de aire.
Posee una forma aplanada y se desplaza entre altitudes de 7.000 a 15.000 metros, siendo más intensa en verano que en invierno. Puede llegar a velocidades de 500 km/h, e incluso a veces de 600 km/h, y potencialmente podría ser aún más rápida.
Ya es posible ver en las imágenes de satélite que el humo ha empezado a cubrir la Península Ibérica, las islas británicas y el noroeste de Francia. En las próximas horas, su densidad aumentará y este patrón continuará en los próximos días.
OLA DE INCENDIOS EN CANADÁ
Canadá está experimentando uno de los peores años registrados en cuanto a incendios forestales se refiere. En lo que va del 2023, casi 4 millones de hectáreas han sido consumidas por el fuego. El año más devastador de la última década fue 2014, cuando se quemaron cerca de 4,5 millones de hectáreas.
Durante varias semanas, los incendios han estado arrasando el país norteamericano, y la provincia de Quebec es la más afectada, con más de 150 incendios activos.
La emergencia climática, con su aumento de temperaturas y sus fenómenos climáticos extremos, impulsa este tipo de enormes incendios, que se espera que sean cada vez más intensos y virulentos.
El humo de los incendios, aunque a gran altura, puede ser visible en zonas costeras al llegar a tierra, pero se difumina rápidamente. Aunque la concentración de partículas es muy baja, puede afectar a las personas con enfermedades respiratorias.
CÓMO AFECTARÁ EL HUMO A ESPAÑA
En cuanto a su posible impacto en la meteorología, los expertos del programa europeo Copernicus creen que es poco probable que tenga efectos directos sobre la meteorología en España. No obstante, si el humo es lo suficientemente denso, podrían producirse algunas pequeñas reducciones de las temperaturas en superficie en las proximidades del penacho de humo.
Lo que sí que es posible es que, debido a la presencia del humo, los amaneceres y atardeceres presenten matices rojizos más intensos de lo habitual. Los efectos serán más notorios en áreas donde la concentración de partículas suspendidas en el aire sea mayor.
Inicialmente, las partículas se encuentran en desplazamiento a gran altura. No se espera que tengan efectos significativos en la superficie, aunque es posible que, debido a la presión de la dorsal situada sobre España, algunos de estos aerosoles sean forzados a descender. Sin embargo, en general, esto no debería representar un problema.
Es cierto que a lo largo de la historia hemos visto episodios de humo de incendios que afectan a áreas lejanas, como ocurrió con esta misma ola de incendios en Canadá que afectaron a la costa este de Estados Unidos, y en particular a la ciudad de Nueva York, a principios de junio de 2023. Sin embargo, las condiciones necesarias para que el humo de los incendios en Norteamérica alcance Europa son muy específicas y no suelen darse con frecuencia.
Podemos respirar aliviados. Por ahora.