En la década de los noventa estuvo de moda un libro que decía que los hombres eran de Marte y las mujeres de Venus y que por este motivo nos resultaba tan complicado entendernos bien entre ambos sexos; entre los sexos y, también, para el sexo.
Anatómicamente el cuerpo femenino y el masculino parecen tan diferentes que parece sencillo concluir que tienen un manual de instrucciones distinto. Pero, ¿es así? Realmente la base sexual de hombres y mujeres es la misma
Dicen las malas lenguas que los hombres necesitan más sexo que las mujeres y que, mientras ellos padecen eyaculación precoz, ellas se definen por la lentitud a la hora de alcanzar el orgasmo. También resulta habitual escuchar que existen diferentes tipos de orgasmo en el caso de las mujeres, pero no en el de los hombres. Curioso. En realidad, no se trata de las malas lenguas, sino de la mala educación en sexualidad humana. En realidad el glande masculino es el hermano mellizo del clítoris, y viceversa.
El desarrollo embrionario del sexo
Durante las primeras semanas de gestación, todos los embriones son iguales sexualmente hablando. La diferenciación gonadal y genital aparece a partir de la séptima semana, aproximadamente, cuando en aquellos embriones portadores del par cromosómico XY, el gen SRY se manifiesta y hace que el tubérculo genital se desarrolle hasta formar los órganos sexuales masculinos gracias a la testosterona. En el caso de los embriones XX, al no existir la influencia de la testosterona, lo que se definen son los órganos sexuales femeninos.
El gen SRY hace que el tubérculo genital se desarrolle hasta formar los órganos sexuales masculinos gracias a la testosterona
Anatomía del clítoris y el pene
Es decir: estamos hechos de lo mismo. Como explica Helen O’Connell, una de las científicas que más ha estudiado el clítoris gracias a nuevas tecnologías como las resonancias magnéticas, en un estudio publicado en 2005, el clítoris es un órgano que posee un tamaño mayor al que tradicionalmente se le ha atribuido, pues es principalmente interno. Sus componentes incluyen los cuerpos eréctiles (bulbos vestibulares, cuerpos cavernosos y raíces) y el glande del clítoris (la cual es una estructura principalmente neural, no eréctil y la única externa). De esto se deduce que, para sentir o provocar un placer similar al experimentado cuando se estimula el glande del pene, habría que estimular es el clítoris de forma directa (a través del glande) o indirecta (mediante las paredes de la vagina) y no la vagina en sí misma, la cual, es sensible únicamente en su primer tercio.
Reproducción y orgasmo
La correspondencia pene – vagina, tiene sentido cuando se habla de reproducción más que de orgasmo. Esto no significa que el coito no sea una técnica sexual satisfactoria, pero resulta importante para la obtención del placer sexual el no perder de vista que el glande y el clítoris son estructuras homólogas. O lo que es lo mismo, tienen el mismo origen, están compuestas por el mismo tejido eréctil y se excitan y estimulan de la misma manera.
Después de todo, quizás hombres y mujeres no seamos tan distintos.
Laura Morán, colaboradora de Órbita Laika