Para comprender cómo se formó nuestra galaxia es requisito conocer las edades precisas de grandes muestras de estrellas. En este sentido, un tipo de estrellas que ofrecen una gran cantidad de información a los científicos al respecto son las estrellas que se encuentran en la fase evolutiva de subgigante, en las que se adentran una vez concluye la fusión del hidrógeno de sus núcleos.
Este tipo de astros ofrecen un reloj estelar muy puntual, ya que, en función de su brillo, los astrónomos pueden medir de forma directa y precisa su edad durante esta breve fase estelar. Sin embargo, debido a la corta vida útil de este periodo en la evolución de un cuerpo celeste, las observaciones de estrellas en la fase subgigante son relativamente raras y no ha sido hasta hace relativamente poco tiempo que se ha podido profundizar en el estudio de las mismas.
Foto: Cordon Press
Ahora, no obstante y para investigar la formación de la Vía Láctea, el equipo dirigido por el investigador del Instituto Max Planck para la astronomía, Maosheng Xiang, se valió de los datos del Observatorio Espacial Gaia de la ESA y el Telescopio chino LAMOST para identificar alrededor de 250.000 estrellas en la fase subgigante, cubriendo un gran volumen de la Vía Láctea.
Los autores estimaron las edades individuales de estas estrellas y descubrieron que tenían entre 1.500 y 13.800 millones de años, para luego identificar y caracterizar los orígenes de los diferentes elementos estructurales en las poblaciones estelares tanto del disco como del halo de nuestra galaxia.
Los hallazgos sugieren que, en el caso de la Vía Láctea, la formación del disco ya había comenzado hace unos 13.000 millones de años, solo 800 millones de años después del Big Bang. Los autores también calculan que el halo galáctico interno terminó de ensamblarse a raíz de la fusión de la galaxia Gaia-Enceladus con la antigua Vía Láctea tan solo 2.000 millones de años más tarde, coincidiendo con el momento en que la mayoría de las estrellas en el disco se formaron.
La formación del disco galáctico de la Vía Láctea ya había comenzado hace unos 13.000 millones de años, solo 800 millones de años después del Big Bang
La edad, la composición y el movimiento de estas estrellas resaltan los procesos dinámicos involucrados en la formación de nuestra Galaxia, argumentan los autores, quienes resaltan que a medida que dispongan de más datos obtenidos a partir de muestras más grandes de estrellas en la Vía Láctea, conocerán mejor los entresijos de la galaxia que nos acoge en su seno.