Según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria han sido sacudidas esta madrugada por un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter. Concretamente, el seísmo duró unos 30 segundos alrededor de las 4:17, hora local, al que ha seguido otro situado a unos 80 kilómetros al norte, de una magnitud de magnitud 7,6 y que, según los primeros datos, podría haberse producido en una falla distinta, aunque todavía no se tienen datos concluyentes sobre las conexiones entre ambos.

En cualquier caso, desde el  Servicio Geológico de los Estados Unidos han afirmado que estos movimientos sísmicos se engloban dentro del sistema de fallas de Anatolia Oriental.

El terremoto de mayor magnitud se ha sentido con fuerza en 14 países, entre los cuales se encuentran Líbano, Israel, Chipre y Jordania, pero de momento parece que solo ha causado muertos en Turquía y Siria. 

Inicialmente, las autoridades turcas pidieron reducir el uso de teléfonos e internet en la zona y barajaron la opción de utilizar internet por satélite para proporcionar cobertura. También solicitaron evitar el uso de vehículos para no bloquear las vías de ayuda. 

Las cifras del desastre de Turquía y Siria

De momento la cifra de muertos no para de aumentar y ya supera los 16.000 entre ambos países, a los que se suman más de 75.000 heridos de distinta gravedad. Ambas cifras aumentarán notablemente en las próximas horas, pues todavía quedan cientos de personas sepultadas bajo los escombros de los edificios derrumbados.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han apuntado su preocupación sobre la situación de millones de personas, sobre todo en Siria. Según Adelheid Marschang, funcionaria de la OMS, “Los datos del suceso muestran que 23 millones de personas están en riesgo potencial, incluidos unos 5 millones de personas vulnerables”.

¿Por qué el terremoto ha ocurrido en Turquía?

El primer seísmo tenido su epicentro en la zona donde la placa tectónica de Anatolia hace contacto con la placa arábiga, a una profundidad de 7 kilómetros, una región considerada como una de las zonas sísmicas más activas del mundo

Por ello, el seísmo solo es uno de tantos que han tenido lugar recientemente. Por ejemplo, el año 1999 ya tuvo lugar aquí otro seísmo de magnitud 7,4 en la escala de Richter que causó 17.000 víctimas. En 2011, otros dos acabaron con la vida de más de 700 personas. En 2020, otro terremoto causó 26 muertos y 800 heridos.

“El terremoto ha tenido una magnitud de 7,8 y su hipocentro se ha situado a unos 18 kilómetros de profundidad, que es relativamente poco para un seísmo de tal magnitud", apunta Galderic Lastras, profesor titular del departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano de la Universidad de Barcelona, en declaraciones a Science Media Center (SMC) quien explica que, a menor es la profundidad, mayores son las intensidades con las que se percibe en superficie y, por tanto, sus efectos sobre la población. 

Edificios más resistentes a los terremotos

Turquía ha ido implementando medidas para mejorar su preparación y respuesta ante terremotos en los últimos años, incluyendo la construcción de edificios resistentes. Sin embargo, no todo el parque inmobiliario ha sido actualizado y la falta de inspecciones permite que algunos constructores ignoren las normativas.

Incluso un castillo de hace unos 2.000 años ha sucumbido a la potencia del seísmo y ha acabado destruido. 

Terremotos más frecuentes en Turquía

Algo que debería corregirse lo antes posible, porque investigadores del Centro de Investigación de Geociencias de Alemania (GFZ) publicaron recientemente un estudio en la revista Nature donde sugieren que la tensión tectónica de la placa de Anatolia es aún mayor que en 1999, así que está previsto que esta clase de terremotos sean más frecuentes y, probablemente, más intensos.

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