La situación climática en Europa es particularmente preocupante. El Viejo Continente ha alcanzado una temperatura media de 2,2 °C por encima de la era preindustrial (1850-1900), según los datos que ha arrojado el programa Copernicus en su Informe sobre el Estado del Clima en Europa 2022.

 

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Vídeo: Consecuencias de la sequía en España

 

Los datos señalan que el año 2022 se situó como el segundo más cálido en la historia de Europa, con temperaturas 0.9°C superiores al promedio en comparación con el período de referencia 1991-2020. Y el verano previo marcó un récord como el más caluroso en Europa, registrando temperaturas 1.4°C por encima de la media en relación con los últimos 30 años.

A efectos comparativos, de hecho, se puede afirmar que Europa se está calentando al doble de velocidad que el promedio de la Tierra. Entre muchos de los factores involucrados está la falta de nieve en los Alpes y en la zona polar, cuya función es reflejar la radiación solar en el mar y en tierra. Al no producirse este fenómeno, se recoge más energía solar, se retiene más calor, y aumenta más la temperatura. 

El programa Copernicus es una iniciativa de la Unión Europea (UE) orientada al monitoreo de la Tierra y al desarrollo de servicios de información basados en datos satelitales. Actualmente, es el programa de observación de la Tierra más ambicioso de la historia, diseñado para proporcionar información precisa, actualizada y de fácil acceso para mejorar la gestión del medio ambiente. 

EL GRAN PROBLEMA: LA SEQUÍA

Paralelamente, la sequía generalizada fue uno de los eventos climáticos más relevantes que afectó a Europa. Esta situación fue el resultado de la combinación de precipitaciones insuficientes y temperaturas elevadas.

Por ejemplo, durante el invierno 2021-2022, numerosas regiones de Europa experimentaron hasta 30 días menos de nieve. Las lluvias en mayo alcanzaron el nivel más bajo registrado para ese mes. Los glaciares alpinos sufrieron una pérdida de hielo sin precedentes, estimada en más de 5 km³

Como resultado de estos eventos, el flujo de los ríos europeos alcanzó el segundo nivel más bajo registrado; esto marca el sexto año consecutivo con caudales por debajo del promedio. El fenómeno fue evidente sobre todo en ríos de países como Francia, Alemania y Polonia.

En resumen, 2022 fue el año más seco desde que hay registros y un 63% de los ríos europeos tuvieron caudales inferiores a la media. 

LA SITUACIÓN EN ESPAÑA

Al observar el mapa de España, la mayoría de los principales ríos ibéricos presentan caudales excepcionalmente más bajos de lo que solían llegar al mar en agosto.

La sequía meteorológica ha afectado a las reservas de agua que ya estaban sometidas a una alta demanda sostenida. A pesar de las abundantes lluvias en marzo y abril en España, los niveles de los embalses no pudieron recuperarse

Posteriormente, el calor extremo y las precipitaciones insuficientes han agravado la situación, no solo aumentando la sequía, sino también los incendios forestales, que han sido tan numerosos que las emisiones de carbono resultantes de la combustión de la vegetación han alcanzado su nivel más alto en el continente en 15 años.

Los expertos de Copernicus tienen claro cuál es el factor desencadenante de todos estos eventos: el calentamiento global y el clima inestable son, en última instancia, consecuencia del efecto invernadero causado por los gases emitidos por actividades humanas. De hecho, en 2022, las concentraciones atmosféricas de CO2 y metano alcanzaron sus niveles más altos desde que se empezaron a medir mediante satélites.