Hace ya algún tiempo que la NASA, estaba trabajando para diseñar y desarrollar una pequeña Estación Espacial llamada Gateway cuyo propósito es situarse en la órbita de la Luna. A cinco días de viaje y más de 400.000 kilómetros de distancia de nuestro planeta, se espera que esta nave espacial sea un hogar, a la vez que una oficina temporal, para los astronautas que participen de las futuras misiones a nuestro satélite.
La estación, cuya construcción pretende arrancar en 2022 y estar finalizada para el año 2024, contará con varias viviendas para los astronautas, laboratorios de ciencia e investigación y puertos de atraque para varias naves espaciales. Esta proporcionará a la NASA y a sus socios un acceso a la superficie lunar nunca antes visto, y servirá de apoyo tanto a misiones robóticas como tripuladas.
La buena noticia para Europa es que tal y como se dio a conocer en Sevilla este jueves 28 de noviembre durante el acuerdo firmado por los estados miembro de la Agencia Espacial Europea, es que esta se acaba de comprometer con el proyecto con la construcción de 2 de los módulos que formarán parte de la estación. Uno de ellos, bautizado como Spirit, será el que aporte el combustible y la infraestructura necesaria para las telecomunicaciones con la Tierra y la Luna. El otro será uno de los dos módulos habitables en los que los astronautas pasarán la mayor parte del tiempo, bien en la misma estación o bien durante las misiones de descenso a nuestro satélite.
Astronautas europeos en la Luna
Aunque la llegada de un europeo a la Luna podría hacerse esperar hasta mediados de la década de 2030, como parte del acuerdo firmado por ambas agencias espaciales, a cambio su aportación, la ESA espera llevar a algunos de sus astronautas a la estación orbital lunar. En este sentido, según lo acordado en la capital hispalense por los ministros de los 22 estados miembro de la agencia espacial europea, ya se está trabajando paralelamente en el diseño de los módulos de aterrizaje que se posarán en la Luna, así como en las cápsulas llamadas Orión, en la que los astronautas cubrirán la distancia entre la nueva estación y la Tierra.
Con una inversión de 14.400 millones de euros, -y de los cuales España, con 1200 millones, aportará el 8,3% del total- la iniciativa acaba de convertirse en el proyecto espacial de mayor envergadura jamás realizado por la ESA, así como por nuestro país.