Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sunshine Coast sugiere que los machos del satanelo septentrional (Dasyurus hallucatus) son capaces de sacrificarse de tal modo por tener sexo que incluso pueden morir de agotamiento.
Este marsupial de nariz rosada con manchas blancas del tamaño de un gato que vive en la mitad superior de Australia, durante la temporada de apareamiento en Groote Eylandt (una isla frente a la costa del Territorio del Norte) solo pasa el 8% de su tiempo descansando en comparación con el 24% de las hembras. También pasa el 13 % de su tiempo caminando, en comparación con el 9 % de las hembras.
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Para hacernos una idea de lo que esto supone, el ejemplar estudiado llegó a viajar 10,4 kilómetros en una noche en busca de pareja. Tal es el sobreesfuerzo por tener sexo que los machos suelen vivir solo una temporada de reproducción debido, entre otras causas, a la privación de sueño, que le hace más vulnerable a las infecciones o a los depredadores.
Para averiguar el comportamiento de este marsupial durante su temporada de reproducción, se equipó a 13 ejemplares con una mochila que contenía un pequeño acelerómetro. Tras monitorizar su comportamiento durante 42 días, los datos obtenidos se emplearon para entrenar un algoritmo de aprendizaje automático a fin de interpretar y extrapolar correctamente el comportamiento.
Otros casos de ‘reproducción suicida’
Varias especies de marsupiales se dedican a la 'reproducción suicida', en la cual invierten todos sus recursos optimizando una temporada de reproducción para, finalmente, morir. Este comportamiento, llamado semelparidad, también se observa en el salmón que nada corriente arriba para reproducirse una vez, o en las moscas efímeras, que solo viven un día.