En una era donde la biotecnología está empujando los límites de lo que es posible, un nuevo estudio ha traído a la luz un avance revolucionario en la lucha contra el cáncer.
Las bacterias, esos seres diminutos que han coexistido con nosotros desde los albores de la humanidad, podrían ser nuestras nuevas aliadas en la detección temprana y el tratamiento de tumores cancerígenos, según una reciente investigación publicada en la revista Science.
USANDO LA BACTERIA ACINETOBACTER BAYLYI
El estudio, llevado a cabo por equipos de científicos de las universidades de San Diego (Estados Unidos) y Adelaida (Australia), ha explorado la posibilidad de utilizar microbios modificados genéticamente para identificar y aniquilar células tumorales. Este notable avance representa un salto evolutivo significativo desde los días en que los tratamientos contra el cáncer se basaban principalmente en agresivos cócteles químicos.
En este innovador estudio, los investigadores emplearon bacterias modificadas para identificar ADN tumoral en los intestinos de ratones. Utilizando la técnica conocida como transferencia genética horizontal, que permite a las bacterias adaptarse a su entorno mediante el intercambio de genes, se logró que las bacterias identificaran y asimilaran el gen KRAS mutado, un precursor conocido de muchos tumores.
El investigador Robert Cooper, de la Universidad de California en San Diego, seleccionó la bacteria Acinetobacter baylyi, modificándola para detectar este gen específico. A través de este método, las bacterias podrían servir como biosensores, indicando la presencia de un tumor en desarrollo.
En términos de aplicación práctica, los autores del estudio están considerando formas sencillas y no invasivas de administrar estas bacterias a los pacientes, posiblemente a través de una pastilla probiótica. Posteriormente, las bacterias podrían ser analizadas utilizando muestras de heces, orina o sangre para determinar la presencia de ADN tumoral.
Aunque el método actualmente solo puede detectar mutaciones específicas para las que han sido diseñadas, presenta una sensibilidad potencialmente superior a las biopsias líquidas, especialmente en las etapas tempranas de desarrollo tumoral.
MÁS ALLÁ DE LA DETECCIÓN
Pero la investigación va más allá de la simple detección. Otros equipos, como uno de Caltech, están trabajando para utilizar bacterias en la administración dirigida de medicamentos a los tumores, superando las barreras inmunológicas que a menudo protegen a las células cancerosas.
Utilizando ultrasonidos, estos investigadores pueden dirigir las bacterias para liberar medicamentos directamente dentro de las células tumorales, evitando dañar las células sanas circundantes, un avance significativo que podría reducir los efectos secundarios de los tratamientos convencionales contra el cáncer.
A medida que esta tecnología continúa evolucionando, podríamos estar presenciando el nacimiento de una nueva era en el tratamiento del cáncer, una que aprovecha el poder de los microorganismos para trabajar junto a nosotros en nuestra lucha continua contra la que es la principal causa de muerte en el mundo: en 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran.