Hace millones de años la península Ibérica tenía una morfología completamente distinta. El mar inundaba gran parte de la actual España y Portugal por lo que no es extraño encontrar, en zonas actualmente terrestres, restos de animales marinos. El último descubrimiento ha llegado de la mano del estudio de decenas de fragmentos de un raro fósil marino obtenidos en dos puntos del Parque Nacional de Cabañeros, situado entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, y ha servido para caracterizar un nuevo género y especie de un cefalópodo fósil. Esta nueva criatura, bautizada con el nombre de Cabaneroceras aznari, habitó en las plataformas marinas que rodeaban al desaparecido continente de Gondwana, emergidas 160 millones de años después y pertenece al grupo de los intejocéridos, unos cefalópodos a los que se creía extintos en latitudes paleotropicales.
Los expertos del equipo de científicos, liderados por el paleontólogo del CSIC Juan Carlos Gutiérrez Marco, del Instituto de Geociencias de Madrid, nombraron al nuevo fósil Cabaneroceras aznari, cuya etimología alude respectivamente a su descubrimiento en Cabañeros. "Cabaneroceras" significa 'el cefalópodo de Cabañeros', mientras que 'aznari' hace referencia a Alejandro Aznar, el propietario de la finca del mismo nombre en la que se localiza el yacimiento paleontológico principal, localizado en el término municipal de Horcajo de los Montes, en Ciudad Real.
Un hallazgo único
El principal interés científico del hallazgo, según han explicado los responsables de la investigación, tiene que ver con la distribución geográfica de los intejocéridos. Hasta ahora se creía que estos cefalópodos estaban restringidos a latitudes paleotropicales durante el período Ordovícico, comprendido aproximadamente entre hace 505 millones y 440 millones de años. La comunidad científica sostenía que estas criaturas eran exclusivas de zonas paleotropicales, las cuales comprenden actualmente regiones que actualmente comprendería regiones como Sibera o América del Norte. Sin embargo, los fósiles encontrados en Cabañeros se localizan en contextos de aguas frías, lo que correspondería a paleolatitudes de Gondwana similares a la actual Antártida.